Opinión

Y por qué no soñar con que asciende el Tete

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El C.D. Tenerife se aseguró hace ya más de una semana su presencia en el playoff de ascenso a la máxima categoría del fútbol español. El equipo ha superado en todo momento las expectativas iniciales, con un bagaje espectacular fuera de casa y que ha logrado la mejor puntuación en una temporada desde el último ascenso (aquel mítico equipo de Oltra), registrando mejores números incluso que el equipo que dirigió Pep Lluis Martí y que se quedó a las puertas del ascenso hace cinco temporadas.

Aún resta una jornada de liga por disputarse y no se sabe cuál será el primer rival al que el representativo se medirá, ni si lo hará primero fuera o en casa. Lo que es seguro es que la ilusión que se respira en la isla es máxima, porque el conjunto de Luis Miguel Ramis ha estado en los puestos de cabeza toda la temporada demostrando una gran regularidad y con pilares reconocibles como el desempeño defensivo, el contragolpe y llegar al área rival en pocos toques y manejando los tiempos del partido.

Aunque se trate de una gesta muy difícil, ¿por qué no soñar con ello? Pues bien, lo que voy a plantear en adelante es cual sería el impacto económico de un posible ascenso para la entidad y para la isla.

En primer lugar, vamos a ponernos en contexto sobre cual es la realidad actual del club. El Tenerife ha presentado en este ejercicio un presupuesto de 12,5 millones de euros, cifra que incrementa en un 3% a la del anterior ejercicio. De este presupuesto el límite salarial para jugadores de la primera plantilla que le otorga la LFP (que no significa que sea el gasto en salarios final en esta partida) es de 9,2 millones y con unos ingresos por derechos de TV de 6,9 millones. Asimismo, el club cuenta con una deuda total de 14,4 millones la mayor parte derivada de la construcción de la ciudad deportiva de Geneto.

En caso de ascenso, los ingresos por derechos de TV se disparan y se ingresarían del orden de los 40 millones de euros solo en este concepto, sin tener en cuenta el aumento de ingresos en ticketing (entradas y abonos), conceptos como publicidad directa (en el estadio o en las equipaciones), subvenciones, etc. A esto debemos sumar la parte que le corresponde por el acuerdo al que la LFP llegó con el fondo CVC y del que el Tenerife recibiría en torno a 11 millones.

Por supuesto, con el ascenso no solo crecen los ingresos, también aumentan los gastos relacionados con la plantilla. El margen salarial de la LFP se ampliaría hasta los 30-40 millones de euros aproximadamente para poder competir por mantener la categoría y la cifra esperada de negocio se iría sobre los 50 millones de euros.

Esas, grosso modo, serían las cifras de impacto directo en el club, pero ¿cuáles serían las cifras de impacto indirecto en la economía tinerfeña?

Bien, pues según un estudio que se realizó hace unos años en Asturias, el ascenso del Sporting de Gijón supuso unos 25-30 millones de euros para la ciudad. Si bien el caso no es igual, porque Gijón está en la península ibérica y es más accesible para las demás aficiones, si bien debemos tener en cuenta que el impacto turístico de Canarias es mucho mayor.

El turista que venga siguiendo a su equipo, no vendrá para pasar el día como sí ocurre en muchas zonas de la península, sino que aquí vendrán, como mínimo, para todo el fin de semana, cuando no, a pasar toda la semana entera. Esto no solo afecta a la economía de la capital, sino a la de toda la isla. Hoteles del sur o del norte, restaurantes, bares, alquiler de coches, actividades relacionadas con la naturaleza, el ocio nocturno, etc.

Por otro lado, a nivel de marca, la isla tiene una exposición mayor al disputar la Liga y enfrentarse a equipos como FC Barcelona, Real Madrid o Atlético de Madrid, cuyos partidos son vistos por cientos de miles de aficionados de toda Europa y de todo el mundo, recordando el nombre de Tenerife como destino turístico en sus mentes y reforzando aún más la imagen atractiva que tenemos en muchos lugares del planeta.

En definitiva, no solo a los futboleros nos interesa que nuestro Tete ascienda, sino que es algo que es positivo para el conjunto económico de la isla y que puede darnos un empujoncito en una época complicada para atraer turistas.

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