Opinión

La temida estanflación

Emprendedor y empresario

Guardar

El término estanflación engloba dos conceptos: el estancamiento de la economía y las altas tasas de inflación.

Por un lado, el estancamiento o recesión de la economía se refiere a una disminución o pérdida generalizada de la actividad económica de un país. ¿Cómo podemos medir esta reducción de la actividad económica? Lo podemos observar midiendo la tasa de crecimiento (o decrecimiento) del Producto Interior Bruto real, y para poder determinar que existe este estancamiento debe producirse un decrecimiento de manera generalizada durante un período de tiempo significativo -al menos dos trimestres-.

Por otro lado, de la inflación poco más puedo añadir a lo que vengo escribiendo aquí desde octubre del año pasado. Como ya todos nuestros lectores saben, se trata de un incremento de precios al consumo de los bienes y servicios de manera sostenida en una economía.
¿Y en qué situación estamos en la actualidad?

Crecimiento, estancamiento o recesión

La economía creció en España en torno al 5% en 2021, lo cual indicaría todo lo contrario a una recesión. Pero este dato descontextualizado debemos meterlo en el marco correcto. La pandemia nos trajo el mayor frenazo en la economía española desde la Guerra Civil. Lo cierto es que la caída del PIB en 2020 fue del 10,8% y aún no hemos llegado a los niveles de crecimiento económico prepandémico (y no parece que lo vayamos a lograr, al menos en el medio plazo).

Pero en una economía globalizada e interconectada no sólo afecta cómo se está comportando tu economía, también influyen mucho las de las principales del mundo. En este sentido, esta semana hemos visto como la curva de tipos de Estados Unidos se ha invertido. Esto es que el bono del tesoro americano a 2 años da mayor rentabilidad al inversor que el bono a 10 años.

Normalmente un bono a mayor plazo de tiempo debe dar más rentabilidad porque a diez años la incertidumbre de lo que puede pasar en la economía es mayor, y por lo tanto eso debe ser premiado con mayor rentabilidad. Cuando vemos que un bono a 2 años se retribuye mejor que uno a 10 significa que los inversores no se fían del futuro a corto plazo y por ello exigen más rentabilidad.

En los últimos 60 años esto ha pasado 10 veces, y, con una excepción, siempre que ha sucedido ha precedido a una desaceleración económica. ¿Significa este hecho por sí mismo que estamos ante una posible recesión? No, pero sí debemos ser cuidadosos porque con los problemas energéticos, un petróleo muy caro, la inflación mundial desbocada y problemas en ciertas cadenas de suministros los inversores están viendo problemas que interpretan como la antesala de una recesión a escala internacional. Además, la economía española sobrerreacciona ante estos eventos internacionales y su desempeño es peor que el de su entorno.

Respecto a la inflación, es innegable que está totalmente disparada mientras los gobiernos intervienen los mercados, en mayor o menor medida, para controlar la escalada de precios con un problema de oferta creciente. A este respecto, no ayuda el confinamiento durísimo que está teniendo lugar en Shanghái.

En el contexto español la inflación es sensiblemente superior al de los países de nuestro entorno, lo que significa que nos estamos empobreciendo más rápidamente que nuestros vecinos.

En definitiva, el crecimiento originado por el rebote de la caída que sufrió la economía por el COVID se está ralentizando, casi frenándose. Hay señales tanto a nivel nacional como internacional que hacen que debamos ser precavidos e ir trabajando en planes de contingencia para ese posible escenario, sobre todo una vez se retiren los planes de estímulo para la economía y empiecen a subir los tipos para atajar a inflación por parte del BCE.

Como ya sabemos, una subida de tipos enfriará el cada vez más débil crecimiento económico. Pero bueno ya sabemos que este gobierno (y a su oposición) no están muy interesados en prevenir esta situación y buscar soluciones para los ciudadanos a los que se deben. Es más, nos culparán de ello. Al tiempo.