Domingo J. Jorge

Opinión

Tiremos los ordenadores y recuperemos los libros: ¿Escuela o familia?

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"El Mundo", el pasado martes 17 de septiembre, lanzaba el reportaje "La rebelión analógica en la escuela". Dejo claro que mi tendencia, como profesor, es a no dar la espalda a nada que pueda favorecer a mis alumnos, que son los protagonistas de esta bonita historia que comenzamos todas las mañanas. Sin embargo, las pantallas en el aula son una herramienta más, como lo es día a día en mi trabajo, como lo es cuando me siento delante del ordenador a preparar cualquier tipo de información, como lo es cuando monto mi "EduKando". Pensemos, educación del Siglo XVIII o Siglo XXI.

"Hay una revolución en ciernes... No son antitecnológicos, pero piden una reflexión en torno a la tendencia a sustituir los libros de papel por las tabletas sin evaluar sus efectos. Cada vez hay más docentes, padres y directores que están plantándose ante la creciente digitalización de las aulas", señalaba "El Mundo" en esa información. Esta es la diatriba que les ofrezco, y que adelantaba en la entradilla: ¿Quizás olvidamos que son meras herramientas? ¿O hay algo más? ¿O sencillamente se pretende una involución? Por cierto, cuando hablo del algo más, me refiero a la patología surgida entre los jóvenes, especialmente, que son consumidores a todas horas de las redes sociales y en las familias no saben poner fin a esto. Si el problema surge por esto último, la respuesta es bien sencilla, hay que educar en su uso y no eliminar una herramienta que suma -lo digital-, más que resta.

Ya en 2005, el profesor y Catedrático de Física Aplicada de la ULPGC, Francisco Rubio Royo, Vicerrector de la Universidad Oberta de Catalunya, decía que "la enseñanza digitalizada podía lleva a una enseñanza más individualizada" y volcada en el alumno. Debemos pararnos a analizar por ello este vídeo de ocho minutos, sacado del programa "Redes" de TVE2, dedicado a la "Crisis educativa", y a la "Enseñanza analógica versus aprendizaje digital". 



"Cada vez se hace un aprendizaje más personalizado y teniendo en cuenta que diferentes personas tienen distintos modos de aprender mejor", explica Royo

En este mismo sentido, acertadamente, en diferentes ponencias, en el 38º Congreso de FEPACE, "Padres analógicos, hijos digitales", celebrado en A Coruña el 31 de marzo y 1 de abril de 2017, con la asistencia de 1.300 padres y madres de los Colegios de Fomento, se refirieron a que no hay que dar la espalda a la tecnología, sino que tenemos que educar a nuestros hijos -los padres-, y a nuestros alumnos los profesores-, en que las pantallas no son enemigas, sino una herramienta a utilizar por ellos mismos, los alumnos, hoy en sus clases, y dentro de muy poco en su mundo profesional. A modo de resumen de lo que allí se aportó, y que refrenda nuestra tesis, les dejamos este vídeo.


"Como siempre queremos aprender en positivo, aprovechando las cosas buenas de nuestra época... nos reunimos para hablar de la educación de nuestros hijos en un mundo globalizado y digital"

Durante este Congreso en A Coruña, una de las ponencias esperadas fue la de Gustavo Entrala, titulada "A solas con Siri". Decirles que te lleva al análisis de que no debemos olvidarnos de que quienes usas esas pantallas, ese mundo digital, son adolescentes, a los que sencillamente en las familias se han olvidado de educar también para el Siglo XXI. El problema está en que cada vez se está volviendo más usual ver al papá o la mamá que le dan la tableta o el móvil al niño, para que no se aburra, o no moleste a los adultos. Es así, nos guste o no, y volvemos a lo mismo, no se trata de quitar las tabletas o los ordenadores de las aulas, sino de educar a nuestros alumnos, para que hagan un buen uso de ellas. Pero sigan el vídeo de Entrala y analicen.


"Todas estas aplicaciones están diseñadas realmente para que nos enganchemos"

Pero quizás también hay que abrir esta batalla de lo digital y lo convencional, y hacer intervenir a los alumnos. Este vídeo nos da claramente lo que podría ser el posicionamiento general de los alumnos hoy frente a esta dicotomía.


Decálogo
En "entreparentesis.org", ofrecen un decálogo de los aspectos positivos de la educación que mal se llama -por cierto- digital: personaliza enormemente el aprendizaje, una mayor autonomía, secuenciación de contenidos, aprendizaje interdisciplinar, evaluación continua con mucha carga motivacional, atención a las necesidades educativas, posibilidad continua de ampliación, colaborativo, alumnos que enseñan y comparten, y un profesor dedicado a sus alumnos.

Yo lo tengo claro, pero lo dejo ahí en el aire, para que todos podamos aportar: Lo digital es un herramienta, que no se puede guardar en el cajón de los libros que no uso. Es una herramienta al servicio de la educación, que como otras tiene que estar en el aula y utilizarse. Lo otro sería ir contra los tiempos. Eso sí, la escuela analógica, si la quieren llamar así, seguirá teniendo su espacio, pero en un Siglo XXI, donde lo digital es nuestro día a día. Así y todo, la gran aventura, la de verdad, está en seguir EduKando