Pablo “el Coletas” y Alberto “el Vago”, ministros del Reino de España, después de un recorrido (regado con un buen tinto, pa calentar...,) por el nevado Madrid, tiraron pal céntrico pisito del último, el casoplón del “compañero” quedaba lejos. “Tendrás buena calefacción, ¿No? Sí Pablo, no te preocupes, les va a subir a todos la factura eléctrica, y mira que dijimos en tuitter que era una indecencia, pero bueno, aquí lo que toca es estar calentitos y además con 7000 euros al mes que cobramos, vaya que sí lo estamos...”
Y a echarse el café, la copa y el puro se fueron los dos compadres, con las patas a media nieve y con España temblando de frío... y de la factura de luz que se avecina. Las hemerotecas tuiteras las carga el diablo, sobre todo si te llamas Pablo Iglesias o Alberto Garzón. “Hombre Santiago, me decía un buen amigo de Podemos (que los tengo...), son ministros de España, hay que tenerles un respeto”. Ya amigo, tienes razón, pero el respeto se lo gana uno con su coherencia y no a base de tuits en las redes.
Con una escandalosa subida de la luz y el gas en plena ola de frío, la hemeroteca puede ser una gran maldición, sobre todo para quienes, a lo largo del tiempo, han pasado de chillar en las calles y en las redes sociales, a pisar la moqueta.
El precio de la luz en el mercado se ha disparado en medio de la ola de frío un 27 % más, lo que ha dejado helada, y no solo de frio, a media España. "Miles de familias no podrán mantener sus casas a temperaturas adecuadas, lo que repercutirá gravemente en la salud de los que menos tienen. Ningún Gobierno decente debería tolerarlo”. Era un Tuit del actual ministro de Consumo, Alberto Garzón, de 2017, cuando el incremento en la factura eléctrica fue de un 8%, lejos del 27% de este principio de 2021.
Atentos al de Pablo Iglesias, cuando el precio de la luz se disparó en plena ola de frío, en 2017, hacía la siguiente reflexión: "Disparar la factura de la luz un día como hoy sólo demuestra la codicia de las eléctricas. Si el Gobierno lo consiente, será cómplice". Pues nada, se han llamado indecentes a ellos mismos. Ahora tratarán de echar la culpa a las eléctricas, a las cuales todo esto les importa una higa y que se van a limitar (y con toda la razón) exhibir sus tarifas y contratos, firmados, con el beneplácito del actual Gobierno.
Deberían crear la Dirección General de Tuitter, para Alberto Garzón, pero es que hasta para eso es más vago que un gandul colgado de un árbol, por no decir colgado de su cerebro sin luces, y es que no es lo mismo afrontar una subida de la luz, cómodo, desde el casoplón con chimenea o el coqueto apartamento calefactado, que en un frio pisito agrietado, en la periferia profunda. Hasta para eso, todavía hay castas...