Las entidades, organizaciones y profesionales del tejido cultural de Las Palmas de Gran Canaria han dirigido una carta abierta —a través de la Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo de Canarias (MSACC)— a la alcaldesa Carolina Darias, expresando su preocupación por la gestión del gasto público en la organización del Carnaval 2025.
Según el documento, la inversión en la contratación de artistas internacionales y productoras externas está dejando sin recursos a la cultura local, lo que consideran una falta de planificación en un momento en el que la ciudad aspira a la Capitalidad Europea de la Cultura 2031.
Sin respuesta
Los firmantes recuerdan que ya expresaron su malestar el 22 de septiembre de 2024, sin obtener respuesta. Ahora, la situación ha empeorado, pues mientras la administración destina cantidades millonarias a espectáculos puntuales, el sector cultural local sigue sin los recursos necesarios para su desarrollo.

En la carta se detalla que la contratación de artistas como Maluma y Ráfaga ha costado 943.707,9 euros, mientras que La India, Olga Tañón y Gente de Zona han supuesto un gasto de 773.098,26 euros. Además, la producción artística de los espectáculos musicales ha requerido 386.612,4 euros, y actuaciones como las de Tonny Tun Tun y Nía Correia han costado 55.640 y 23.112 euros, respectivamente.
Falta de transparencia
A pesar de estas cifras, el desglose total del gasto real del Carnaval 2025 no ha sido publicado, lo que genera inquietud sobre la falta de transparencia en la gestión de los recursos públicos.
La industria cultural local critica que mientras estos contratos se ejecutan sin aparente dificultad, no existe una política cultural equilibrada que permita el desarrollo sostenible del sector.
Espacios cerrados
En el Presupuesto General 2025, aprobado el 26 de febrero, la asignación para el área de Cultura asciende a 19.448.923,41 euros, pero la estructura de los documentos presupuestarios dificulta conocer con precisión cómo se distribuyen estos fondos. Las partidas destinadas a las artes visuales, por ejemplo, son difíciles de identificar y muchas no especifican su aplicación concreta.

La carta destaca que el Museo de Néstor, tras siete años cerrado, sigue sin avances claros en su proceso de reforma, mientras que el Edificio Miller, el Centro Cultural Jesús Arencibia, el Edificio Fyffes y el Cine Guanarteme continúan sin una planificación efectiva para su reactivación.
Sin programación
También señalan la falta de programación estable en espacios como el Centro Cultural Pepe Dámaso y el Museo Castillo de Mata, lo que contrasta con la facilidad con la que se adjudican contratos millonarios para el Carnaval.
En el documento, las entidades culturales exigen una revisión exhaustiva de los contratos adjudicados, con la publicación detallada de sus condiciones, costes de producción y justificación del procedimiento de adjudicación.
Compromiso real
También piden un compromiso real con la producción cultural municipal, asegurando que haya recursos suficientes para proyectos que fortalezcan el talento local y la identidad cultural de la ciudad. Subrayan la necesidad de una planificación clara para los equipamientos culturales, que permita su uso efectivo y accesible para los creadores y la ciudadanía.

Además, reclaman un sistema de contratación más transparente y justo, que garantice la participación de los agentes culturales locales y evite la asignación sistemática de fondos a grandes productoras externas.
¿Capital Europea?
La carta concluye con un llamado a la alcaldesa Carolina Darias para la reactivación del Consejo Sectorial de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, constituido el 7 de mayo de 2024, con el objetivo de garantizar un diálogo abierto y eficaz entre la administración y el sector cultural.
Los firmantes advierten que la falta de inversión en infraestructuras culturales y la preferencia por eventos de alto coste ponen en entredicho el proyecto de Las Palmas como Capital Europea de la Cultura 2031. Ante esta situación, solicitan la apertura de un proceso de escucha con el equipo municipal, a la espera de una respuesta por parte de la alcaldesa.