El vallado de un solar genera un conflicto vecinal por una colonia de gatos en El Polvorín

Las personas responsables de los cultivos y las gestoras de la colonia esperan llegar a un entendimiento sobre la situación de los animales en el barrio

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Gatos dentro del huerto vallado en el barrio de El Polvorín

Una colonia de gatos está siendo el centro de un problema vecinal en el barrio de El Polvorín en Las Palmas de Gran Canaria. El conflicto se focaliza en la estancia de los animales en el huerto urbano, al que se le ha reforzado la valla a petición de las personas encargadas de él y a su vez supone un problema para quienes gestionan la colonia a la hora de poner de comer a los gatos. 

La Federación de Asociaciones Unidas por la Defensa Animal (FAUDA) ha denunciado en sus redes sociales la muerte de un gato que pertenecía a la colonia Virgen de la Cuevita, registrada por el número 35151 en el Ayuntamiento. Esto ha conducido a que FAUDA pida una cita con las concejalías pertinentes, Medio Ambiente y Bienestar Social, para llegar a un entendimiento y mediación por las partes implicadas y poner solución a la situación. 

Gatos encerrados

La federación animalista se acercó el fin de semana para ver cómo se encontraba esta colonia. La doble valla del huerto dificulta que los gatos entren y salgan de él, sobre todo “los más mayores o gordos”, así que “no pueden beber ni comer”. E impide, asimismo, que la gestora de la colonia pueda encargarse de los animales. 

Además, en estos días, se encontraron a uno de ellos muertos, con el cráneo desfigurado, desconociendo las causas de la muerte del gato, por lo que se encuentra en la universidad para que le realicen una necropsia a petición de la propia FAUDA, que espera que esta situación no se repita. 

Muchos de los gatos que se quedaron encerrados en el huerto fueron liberados; sin embargo, todavía quedan algunos dentro y otros siguen entrando y saliendo de las instalaciones. 

Comederos lejos del huerto 

Fueron las personas encargadas del huerto urbano quienes solicitaron a la concejalía de Medio Ambiente cubrir de manera más reforzada la infraestructura para evitar que los gatos estuvieran por los cultivos orinando y excretando, según informa el Ayuntamiento. Asimismo, pidieron que dejasen de alimentar a los animales en los muros colindantes del huerto, al ser una de las razones que provocan que los gatos ronden por la zona. 

Se procedió entonces al vallado doble de las instalaciones y desde Medio Ambiente se ha hecho hincapié en lo recogido en la Ordenanza Municipal sobre Protección y Tenencia de Animales en el término municipal de Las Palmas de Gran Canaria que expone que no se pueden situar comederos cerca de los colegios, hospitales, monumentos, o zonas sensibles por razones de salubridad, higiene o paisaje urbano, ya que el huerto se considera zona sensible y frente a este se encuentra una guardería. 

Llegar a un entendimiento

FAUDA defiende que la colonia se encuentra en buen estado y las personas responsables de ella mantienen todo en orden, como la zona limpia y cada animal esterilizado y con el microchip correspondiente, por lo que esperan llegar a un punto de acuerdo con los vecinos del huerto, incluso proponiendo que la encargada de los animales cuente con una llave de las instalaciones para poder entrar a alimentar a los animales. 

A pesar de ello, desde la concejalía de Medio Ambiente reiteran que los comederos no pueden ubicarse en esa zona y que ha de ser la concejalía de Salud Pública y Bienestar Animal la encargada de reubicar a los 25 ejemplares de gato que conforman la colonia a su punto de registro en la calle San Antonio de Padua. Lamentan que haya una falta de entendimiento y esperan poder contribuir a la mediación entre ambas partes para que este conflicto vecinal termine y no vaya a más.