El Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, que es la máxima autoridad del sector en la Isla, no sabe nada de la red de riego y de los tomaderos de Tamaraceite investigados en el caso Valka, según la respuesta dada al Juzgado de Instrucción número 2 de la capital grancanaria.
Emalsa, que es la gestora del agua en Las Palmas de Gran Canaria, carece de competencia en esos contratos, y el Ayuntamiento aún no ha aclarado al juez los metros cúbicos consumidos entre 2017 y 2025, años a los que se ciñen las pesquisas. De ahí la gran pregunta a estas alturas de la instrucción judicial: ¿De dónde saca el agua el empresario investigado?
A medida
Fuentes conocedoras del funcionamiento de Parques y Jardines explican que Felipe Guerra, tras arrebatarle el servicio a Emalsa en Tamaraceite, montó un sistema para rentabilizar al máximo su presa. ¿Cómo? Mediante la construcción de varios decantadores para recoger el agua de lluvia y el traslado de los tomaderos a suelo municipal.
Los tomaderos son cuatro puntos de suministro de agua que están en los aparcamientos de Leroy Merlín, es decir, en suelo urbano público, pero antes estaban a la entrada sur del parque La Mayordomía, que linda con la presa de Tamaraceite, propiedad de la empresa Guerra GSL.
Suelo público
Hasta esos tomaderos acuden a diario las cubas de Limpieza y de Parques y Jardines para abastecerse. Los carteles no dejan dudas de que la infraestructura es municipal: “Ayuntamiento. Cargadero de Cubas. Agua No potable", se lee en los puntos de suministro.
Lo que no está del todo claro es de quién son las tuberías y las canalizaciones bajo tierra que usa Felipe Guerra para transportar el agua hasta esa zona.
Varias de esas instalaciones se hicieron con la complicidad municipal, mientras Geursa impulsaba el desarrollo urbanístico de Tamaraceite Sur, donde el empresario del agua tenía y tiene diferentes bolsas de suelo. Las parcelas permutadas al Ayuntamiento son investigadas en la trama principal del caso Valka, donde está imputado Jóse Manuel Setién, ex coordinador municipal de Urbanismo y amigo también del empresario.
Escorrentías
Además del traslado de la red de tomaderos al aparcamiento público del centro comercial, la presa de Tamaraceite tiene al menos tres decantadores que la alimentan con cada lluvia: uno en el parque de La Mayordomía, otro junto al puente del barranco y otro a la altura de Siete Palmas.
Los decantadores son unas estructuras que filtran el agua por elevación, con la finalidad de eliminar las impurezas y llevar las escorrentías hasta la presa.
Esos sistemas, más los estanques, depósitos e infraestructuras hidráulicas adicionales, hacen que el empresario siempre tenga agua disponible para los agricultores y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, su cliente preferente desde que la concejala Inmaculada Medina puso al ingeniero Miguel Ángel Padrón al frente de la unidad técnica de Parque y Jardines.
Trama
Medina, Padrón y Guerra están investigados por malversación de caudales públicos, en otros delitos. Según la Fiscalía Anticorrupción, entre 2017 y 2022 se produjo un concierto de voluntades para inflar la facturación, con la finalidad de desviar fondos públicos a la cuenta de Padrón, que recibió 400.000 del empresario para construir viviendas vacacionales en La Palma.
Al juez y al fiscal no le cuadran las facturas presentadas por la empresa para cobrar las anualidades íntegras de los contratos. Por eso reclaman al Ayuntamiento que aporte la certificación de los consumos y lecturas reales de los contadores. Esa información es crucial para calcular el posible perjuicio causado a las arcas municipales, además de necesaria para contrastar la documentación presentada por la defensa de Felipe Guerra, que en muchos casos alertaba sobre roturas en las tuberías.
Los cálculos de la Guardia Civil apuntan a un fraude que podría rondar el millón de euros, pues durante siete años seguidos nadie en Parques y Jardines verificó los consumos de los contadores, según los datos que obran en los expedientes administrativos.
