María Ángeles Sánchez Domínguez (Valdeopisbo, Cáceres, 1938) reside en Las Palmas de Gran Canaria desde 1974. Ha vivido siempre en el mismo piso de Escaleritas y es una ciudadana especialmente activa y de absoluta referencia en el movimiento vecinal. Fue vicepresidenta de la desaparecida Federación de Asociaciones Vecinales El Real de Las Palmas y es en la actualidad presidenta de la combativa Asociación de Vecinos Ciudad Alta (AVECALTA). En esta entrevista, habla sobre la génesis y las reclamaciones del manifiesto Otra forma de hacer Las Palmas, un documento surgido en el mundo vecinal que expresa la fuerte disconformidad con el rumbo con el que, desde hace décadas, con distintos partidos políticos al frente, el ayuntamiento conduce la ciudad. El documento ha sido suscrito hasta ahora por más de cuarenta asociaciones, entre ellas AVECALTA.
[Pregunta] ¿Cómo nace este manifiesto, Otra forma de hacer Las Palmas?
[Respuesta] Nace de la indignación vecinal por las fantasías de la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria con el Concurso Paseo Guiniguada de la Cultura y las Artes Canarias, que no respeta el Plan Insular de Ordenación, ni el deseo ciudadano de destapar el barranco para devolver identidad a la ciudad, y dilapida millones de euros en un concurso tramposo que cuesta millones de euros, en detrimento de las necesidades de los barrios, que encima sufren obras que se eternizan por mala planificación y gestión de su ejecución, como el proyecto de la MetroGuagua, que está causando daños colaterales, como el cierre de un sentido en la calle Doctor Guerra en La Isleta.

¿Puede resumir el contenido del manifiesto?
El manifiesto reconoce avances, pero refleja la indignación ante los desarrollos urbanísticos especulativos del suelo en los cinco distritos del municipio, en función de más viviendas de alto standing, no asequibles para las familias canarias, sin solucionar problemas estructurales como la carencia de arbolado, accesibilidad, movilidad, aparcamiento, saneamiento. No aceptamos el crecimiento urbanístico si la población de esta ciudad no tiene antes condiciones de vida dignas.
¿Por qué han escogido este momento para lanzar el manifiesto?
Han coincidido en el tiempo situaciones contestadas en distintos barrios, como los APIS en San José y San Juan; con el arrasamiento especulativo que vive Guanarteme; el más reciente plan de la Nueva Ciudad Alta; los problemas de escorrentías cuando llueve en la Urbanización Reina Mercedes; el baile de millones del concurso del Guiniguada, con una campaña paseada por calles, parques y patios comunitarios. Estos y otros son motivos más que suficientes para el encuentro.
¿Cuántas asociaciones vecinales lo han suscrito hasta ahora?
Según los compañeros que llevan la lista, más de cuarenta. Pero el proceso continúa y varias más ya han dicho que quieren firmarlo.
¿Tienen algún canal para que pueden adherirse otras asociaciones que no lo han hecho, bien porque desconocían el manifiesto, bien porque no saben cómo pueden firmarlo?
Sí, hay un whatsapp, mediante el cual pueden dar los datos de la asociación vecinal con firma y sello y enviarlo al coordinador.

¿Pueden firmarlo otras entidades cívicas que no sean asociaciones vecinales, sean estas culturales, deportivas, recreativas, de la tercera edad, sociales en general, etcétera?
Si se parte de la base de que todos los que vivimos en un municipio somos causa y parte de los problemas del mismo, sea cual sea la profesión y el barrio en el que trabajemos o desarrollemos nuestra experiencia vital, todo tipo de entidades puede adherirse al manifiesto, porque sólo entre todos podremos conseguir una sociedad más concienciada y más democrática para mejorar el espacio que compartimos.
¿Cuántos años hace, según su estimación, que no había una acción vecinal de esta magnitud en Las Palmas de Gran Canaria?
Se intentó varias veces en los años previos y posteriores a la aprobación de la Constitución Española, en 1978. Aquel periodo preconstitucional y constitucional fue el más intenso, con gran número de asociaciones y comunicación entre municipios. Pero los partidos políticos descabezaron sus cuadros para rellenar sus listas electorales y desde los primeros años intentaron destruir la independencia del movimiento vecinal.
¿Por qué no canalizan sus demandas a través de las juntas municipales de distrito?
Porque las juntas municipales nacen con la Ley de las Grandes Ciudades. Como ya advirtió en 2008 mediante alegaciones la Federación El Real de Las Palmas, en aquel momento la más numerosa del municipio, las juntas —empezaba entonces a aplicarse la ley, que había sido aprobada en 2003—, tal como se pusieron en marcha con su reglamento, no son democráticas, porque los vecinos no podemos elegir a los vocales que nos representarán en ellas. En su lugar, quienes lo han acabado haciendo son los partidos políticos que integran el Pleno. Además, al ser escalones entre la ciudadanía y el Pleno, las juntas carecen de poder de resolución, y se limitan a trasladar las peticiones o quejas de los vecinos al Grupo de Gobierno, el cual lo lleva al Pleno.
¿No usan tampoco los mecanismos de participación ciudadana?
Los mecanismos de participación ciudadana más cercanos a la ciudadanía, que permitían reuniones y cambio de impresiones con las asociaciones de vecinos, fueron los consejos de distrito. Pero en 2019 fueron anulados sin explicaciones por el ayuntamiento.
¿Qué le diría a quienes puedan pensar que les instrumentaliza uno u otro partido político o que alguno de ustedes pretende servirse de esta iniciativa solo para que un partido le ofrezca un puesto de salida en las próximas elecciones municipales?
Desde 1979, primeras elecciones democráticas desde la II República, las asociaciones de vecinos han sido objetivo de deseo por parte de los partidos políticos para rellenar sus listas electorales y han sido un medio para darse a conocer los dispuestos a ello, pero creo que hoy los directivos tienen claro que el futuro del asociacionismo pasa por la independencia total de los partidos políticos.

¿Preparan más acciones?
Está previsto acciones simultáneas en todos los barrios.
¿Es este documento el germen de una nueva federación vecinal?
En absoluto. La experiencia nos ha demostrado a las asociaciones vecinales que es más fácil y más eficaz acordar entre iguales, de forma horizontal.
¿Creen que en los dos años que quedan de mandato pueden recibir por parte del ayuntamiento respuestas satisfactorias a sus principales demandas?
El movimiento vecinal va a intentarlo. Nuestra petición a la alcaldesa es muy clara: que escuche las necesidades que le hacemos llegar, que se centre en solucionar nuestros problemas diarios y que deje ya de presentar proyectos que consumirán millones de euros en obras que los habitantes no asumimos como propias para la ciudad, como el Paseo del Guiniguada, en lugar de recobrar las señas de identidad de Las Palmas con el añorado barranco.