Crónica de un paseo por El Fondillo: cómo están sus calles y qué piden sus vecinos

Daniel Rivero, presidente de la asociación vecinal del barrio, tiene varias reclamaciones sobre el estado de algunas zonas

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Vista panorámica de una parte de El Fondillo. / Atlántico Hoy
Vista panorámica de una parte de El Fondillo. / Atlántico Hoy

El Fondillo está ubicado a unos 7 kilómetros del centro de Las Palmas de Gran Canaria. Su cercanía al campus universitario de Tafira hace que por el camino te puedas encontrar a múltiples estudiantes con el trasiego habitual de cada día mezclados con padres que llevan a sus hijos al colegio o negocios abriendo sus puertas. Una vez entras al barrio todo cambia. La tranquilidad de la naturaleza te absorbe como si no hubiera alternativa a la calma.

Daniel Rivero, presidente de la Asociación Vecinal y Cultural del Fondillo (AVECFO), reivindica esa calidad de vida, pero también pone sobre la mesa varias necesidades que tiene la zona desde hace mucho tiempo. Rivero recibe a Atlántico Hoy a la entrada del barrio para hacer un recorrido por la mayoría de rincones donde le gustaría que se pusieran soluciones a varios problemas.  

Antigua cancha de fútbol

Al emprender el paseo, destaca que El Fondillo siempre ha sido un pueblo —como él lo llama— con mucha tradición de unidad entre sus habitantes con ayuda mutua y de buena relación entre todos. Hace unos cuatro meses que está al frente de la Asociación y manifiesta que “este nuevo equipo apuesta por una nueva etapa con objetivos nuevos y ambiciosos para lo que, desde luego, necesitamos la colaboración de las diferentes administraciones”.

En una de las vías principales del casco antiguo, si se levanta la mirada, se puede ver un edificio que en su día recibió el nombre de Teleclub. “Era un local de ocio para todo el mundo”, recuerda con añoranza. “Allí pusieron la primera televisión que hubo aquí”, añade. En la actualidad, esas instalaciones están vacías y sin uso. Algo similar a lo que ocurre con el terreno situado en el barranco debajo de la calle Calderina.

Rivero cuenta que lo que piden es que ese terreno, que en su día usaban los vecinos para hacer torneos informales de fútbol "que duraban hasta 24 horas", se habilite como instalaciones deportivas multiusos. Se trata de un área que “actualmente no se encuentra en las condiciones idóneas para desarrollar cualquier actividad lúdica o deportiva”. Hoy en día sirve como punto de salida y avituallamiento de las diferentes Rutas como la LPA Trail 20 Km de Trail Running, carrera de montaña organizada por Arista Eventos, saliendo desde el centro de la ciudad.

Vista de El Fondillo con el terreno que solicitan como edificio multiusos de deportes al fondo. / Atlántico Hoy
Vista de El Fondillo con el terreno que solicitan como edificio multiusos de deportes al fondo. / Atlántico Hoy

Poda de árboles

El presidente de la asociación de vecinos declara que se ha reunido con el concejal de distrito para trasladarle esta y otras necesidades; así como que ha enviado una carta independiente al Consistorio sobre la que aún no ha recibido respuesta. Lo que también es cierto, indica, es que la envió hace unos dos meses y aún está en trámite.

Al emprender de nuevo la marcha van apareciendo por el camino árboles que, aparentemente, no se han podado como es debido. Rivero matiza que, en una visita reciente de un representante de la corporación municipal a El Fondillo, pudo enseñarle cómo unas ramas invadían la carretera y días después trabajadores de Parques y Jardines pusieron remedio al asunto.

Parterres en La Meseta. / Atlántico Hoy
Parterres en La Meseta. / Atlántico Hoy

Al margen de ese hecho, hay algunas vías del casco viejo como Guardaya o La Meseta donde piden que se actúe sin falta porque “parecen un bosque”. En la calle Maestro Francisco Vicente González, casi al final del trayecto, hay un árbol cuya copa atraviesa dos cables de alta tensión. Rivero los señala con ironía acostumbrado a ver cosas similares en el barrio donde reside desde que nació.

Árboles de la calle Guardaya. / Atlántico Hoy
Árboles de la calle Guardaya. / Atlántico Hoy

Refuerzo de muros

Antes de llegar a Guardaya hay un muro que, según cuenta Rivero, “los vecinos han tenido que reforzar con cemento porque existe riesgo de que se pueda caer”. Este no será el único muro de El Fondillo sobre el que vierta alguna queja. Pero antes, el trayecto continuaría en calle Madrelagua. Allí, el presidente de AVECFO saluda a un hombre que se encuentra arreglando la puerta de su garaje después de que un coche impactara contra ella.

Calle Madrelagua. / Atlántico Hoy
Calle Madrelagua. / Atlántico Hoy

Para Rivero, Madrelagua podría convertirse en una arteria clave entre las casas de la parte alta y de la parte baja. Se trata de una zona un tanto complicada al no estar asfaltada, con mucha inclinación y donde confluyen tanto vehículos como peatones. Por ello, pide que se expropien unos 100 metros para construir una escalera que una ambas áreas. “De esta manera, por un lado, transitarían las personas y por otro los coches”, apunta.

De vuelta hacia arriba, el vecino que estaba arreglando su puerta comenta también que en esa calle nunca se meten los servicios de limpieza. Relata que trabajan en la parte superior, provocando que caiga basura cerca de sus viviendas y que tienen que acabar limpiando ellos.

Muro que, según Daniel Rivero, han reforzado los vecinos con cemento. / Atlántico Hoy
Muro que, según Daniel Rivero, han reforzado los vecinos con cemento. / Atlántico Hoy

Edificios con historia

La travesía siguió su curso hasta llegar a una escaleras que, al bajarlas, se puede ver un edificio en ruinas. En su día fue el colegio público de El Fondillo, donde estudió Daniel Rivero. Ahora mismo está en venta y, aunque no entra dentro de lo que piden a las instituciones, sí que siente pena por no poder usarlo para albergar actividades vecinales.

Justo enfrente hay unas puertas en un evidente mal estado. Hace muchos años fue una de las tres tiendas del barrio que ya no existen. Lo que parece que tampoco hay en algunas viviendas de la calle Camilo José Cela, del Candil y El Cercadillo es una conexión a la red pública de alcantarillado. “Esto provoca que a veces se desborde en la parte baja”, cuenta.

Antigua tienda de El Fondillo. / Atlántico Hoy
Antigua tienda de El Fondillo. / Atlántico Hoy

Colapsos de tráfico

Las vías Camilo José Cela y Timagada están separadas por un pequeño terreno de tierra. Lo que pide Rivero, en nombre de los vecinos, es que se unifiquen para que Timagada pueda prolongarse. “De tal forma que esta vía sea de dirección única y aliviar el caos circulatorio que se produce en la misma en diferentes momentos, cada vez más frecuentes, del día. Es tal el embotellamiento que se produce que, en distintas ocasiones, ha habido que recurrir a la Policía Local para restablecer el tráfico”, relata.

Al final de la calle Maestro Francisco Vicente González, a la altura del número 33-35, hay otro de eso muro de piedra “que quedó como resto de la expropiación de las viviendas para realizar el nuevo vial que permitió que la parte alta del barrio dirigiera el tráfico en una única dirección”. El hándicap que ven desde la Asociación es que “al ser una zona arcillosa con vegetación, en el momento menos esperado podría caer provocando graves pérdidas, que podrían ser humanas”.

Calle Camilo José Cela, en El Fondillo. / Atlántico Hoy
Calle Camilo José Cela, en El Fondillo. / Atlántico Hoy

Falta de marquesina

La vuelta termina frente a tres edificios contiguos: la guardería Ardaman, la iglesia evangélica bautista y C.P. Camilo Jose Cela. La escuela infantil es la que provoca, precisamente, los colapsos de tráfico por los que dice que necesitan un remedio para ese asunto. Sobre el colegio tienen una petición mayor: recuperarlo para usos vecinales después de que en 2020 la Asociación Oportunidades de Vida lo empleara para albergar a migrantes.

Rivero pone por delante que a ellos no les parece mal el uso que se le da actualmente, pero cree que estas personas podrían ser reubicadas en las instalaciones de El Lasso. “Evidentemente, una solución alternativa, aunque más costosa, sería la construcción de un local social en los terrenos aledaños al antiguo colegio”, explica.

Tramo de la carretera que está estropeado. / Atlántico Hoy
Tramo de la carretera que está estropeado. / Atlántico Hoy

Al salir del barrio en dirección a la ciudad te cruzas con dos elementos más que, para Rivero, necesitan atención. Son una parada de guaguas sin marquesina y un tramo de la carretera que tiene “riesgo de derrumbarse”. El presidente de AVECFO quiere que se ponga una solución “antes de que pase algo grave”.