Las Palmas de Gran Canaria afronta un nuevo frente de tensión entre el sector hostelero y el Ayuntamiento capitalino. La Asociación de Empresarios de Bares, Cafeterías y Restaurantes (AEBCR), integrada en la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT), ha elevado el tono tras la decisión municipal de imponer el cierre de las terrazas de la calle Joaquín Costa y zonas aledañas a las 22:00 horas, con media hora adicional para desalojo y limpieza.
La patronal considera que se trata de una medida injustificada, adoptada sobre la base de un informe acústico de 2022 y sin tener en cuenta las alegaciones presentadas por los locales. Según el sector, esta restricción “no solo castiga a un barrio concreto, sino que pone en riesgo cientos de empleos y la supervivencia de numerosos establecimientos en la ciudad”.
El presidente de la AEBCR, Fermín Sánchez, fue contundente: “Nos sentimos abandonados por un Ayuntamiento que en lugar de dialogar decide de espaldas a la realidad social y económica. Adoptar restricciones tan drásticas con datos obsoletos y sin escuchar nuestras propuestas no es el modo de gobernar que nos prometió el grupo de gobierno de Las Palmas de Gran Canaria. No pedimos privilegios, pedimos ser escuchados”.
Reclaman diálogo real y la Mesa del Ocio
La AEBCR ha puesto sobre la mesa la necesidad urgente de crear la Mesa del Ocio, un espacio de diálogo “estable y vinculante” en el que participen Administración, empresarios y vecinos. La patronal defiende que solo a través de este cauce se pueden encontrar soluciones equilibradas que permitan compatibilizar el derecho al descanso vecinal con el desarrollo económico y la conservación del empleo.
“La hostelería es un sector estratégico para la vida urbana, la economía local y la oferta turística. Limitar las terrazas sin diálogo ni criterios actualizados no solo debilita a nuestros negocios, también empobrece a la ciudad en su conjunto”, advirtió Sánchez.
Una ciudad en juego
Los empresarios recuerdan que el ocio y la restauración forman parte esencial del atractivo urbano de Las Palmas de Gran Canaria, y alertan de que la falta de comunicación entre el Ayuntamiento y el sector “crea una situación insostenible”. Por ello, han exigido que se suspendan nuevas restricciones hasta que exista un marco de consenso real.
La patronal asegura estar comprometida con una gestión responsable, con reglas claras, consensuadas y actualizadas, y pide al gobierno local que rectifique su estrategia. “Solo así se garantiza el equilibrio justo entre convivencia ciudadana y sostenibilidad económica”, concluyó Sánchez.