El Gobierno saliente despeja Belén María, el Ejecutivo entrante hereda el marrón de Torre Las Palmas

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria espera sensibilidad por parte del nuevo Gobierno, que presidirá Fernando Clavijo, para eliminar los puntos negros de la GC-1

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Plano que proyecta el soterramiento de la rotonda de Belén María. / GOBCAN
Plano que proyecta el soterramiento de la rotonda de Belén María. / GOBCAN

El Gobierno canario saliente, a lo largo del último mes y medio, ha resuelto los expedientes que quedaban pendientes para soterrar la rotonda de Belén María con el objetivo de aliviar el tráfico en la GC-1. El 28 de abril Sebastián Franquis —consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda— aprobó el proyecto de construcción de la obra. El 14 de junio, mediante anuncio en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), el Ejecutivo autonómico publicó la orden de expropiación forzosa de unos 140 metros cuadrados a la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) para iniciar la ejecución de los trabajos. Y este jueves, 15 de junio, el Consejo de Gobierno reservó una inversión de 40 millones de euros para que la obra arranque este mismo año. 

Soterrar Belén María, sin embargo, no solucionará los problemas de circulación en una de las vías con más tránsito rodado diario de Las Palmas de Gran Canaria. Así lo advierten técnicos y administraciones locales, que advierten al Gobierno canario entrante que heredará el gran marrón de la GC-1: el nudo que se forma entre Torre Las Palmas y Julio Luengo —principal nexo de entrada y salida entre la capital y los municipios del norte de la Isla—.

Otros puntos negros

"Es una obra necesaria", recalca José Eduardo Ramírez —concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria— "pero de los lugares conflictivos para el tráfico de la ciudad es el menos urgente". "Nosotros", argumenta al edil, "recomendamos al Gobierno de Canarias que iniciara el proyecto para eliminar los tres puntos negros del municipio por Torre Las Palmas y que continuara por Plaza de América, que al final también condiciona el tráfico en la entrada de Torre Las Palmas-Julio Luengo".

El titular del área municipal de Movilidad apunta que "soterrar Belén María, como ya hemos dicho en varias ocasiones, lo que provocará es que los vehículos que salgan de El Sebadal y del Puerto de La Luz lleguen antes a la cola que se forma en Torre Las Palmas. Pero bienvenida sea esta obra. Las tres son necesarias".

Cambio en el Gobierno de Canarias

Cuestionado por el cambio de color político que se registrará en el Gobierno de Canarias, con la salida de PSOE, Nueva Canarias (NC) y Podemos —organizaciones al frente del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria— y la composición de un nuevo Ejecutivo formado por Coalición Canaria (CC), Partido Popular (PP), Agrupación Socialista Gomera (ASG) y Agrupación Herreña Independiente (AHI), Ramírez confía en que "se mantenga el mismo nivel de sensibilidad y que se entienda que son obras vitales para la ciudad".

El concejal de Nueva Canarias subraya que "el Puerto está donde está, el Sebadal está donde está y el tráfico rodado en ese tramo, desde Belén María hasta Torre Las Palmas, necesita una solución que no está, por las características de los vehículos que se mueven en un polígono industrial o en un puerto para el traslado de mercancías, ni en el uso de la bicicleta ni en la MetroGuagua. Y eso es lo que le trasladaremos al Gobierno de Canarias, transmitiremos que son obras prioritarias.

29 meses de obras

La obra para soterrar la rotonda de Belén María ha sido presupuesta por el Ejecutivo regional en 36,4 millones de euros, cifra a la que se deben sumar otros 3,6 millones —un 10 %— para la certificación final de las obras. El proyecto, según los cálculos de los técnicos, se debe ejecutar en 29 meses y a mitad de 2026 deberían circular los primeros coches por el nuevo túnel —que tendrá dos carriles, uno en cada sentido, para que los vehículos que entren y salgan de El Sebadal no se crucen con el tráfico rodado que se mueva por el Puerto o La Isleta—.