El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no tiene previsto financiar en el presente mandato la construcción de las nuevas naves de Cruz Roja y del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en el interior del Puerto de Las Palmas. Esto, en la práctica, impide liberar espacio para ejecutar el gran "pulmón verde" a la entrada sur del recinto.

Se trata de un ambicioso proyecto de 50.000 metros cuadrados que fue consensuado el mandado anterior, pero no ha tenido continuidad por la falta de entendimiento entre las responsables de ambas instituciones, la alcaldesa Carolina Darias y la presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Beatriz Calzada.

Dos áreas

En junio del año pasado, tras exhibir Calzada una serie de infografías con variaciones respecto a la idea original, Darías condicionó la financiación para hacer las naves a la recuperación del consenso original, cuya idea esencial era unir la rambla Juan Rodríguez Doretes a la trasera del parque Santa Catalina y el acceso a la nueva estación de cruceros, generando una nueva zona de esparcimiento superior a los 20.000 metros cuadrados, con capacidad para albergar grandes eventos como conciertos o  actos el carnaval.

A cambio de desarrollar ese espacio urbano, el gobierno local iba a afrontar el traslado de las sedes de ayuda humanitaria. Eso, unido al rescate de los dos aparcamientos de la zona, generaría otra superficie superior a los 20.000 metros cuadrados, en este caso para ejecutar el corredor verde y varias zonas deportivas entre el muelle Sanapú, el acuario Poema del Mar y el muelle Pesquero, entre otras infraestructuras públicas.

Desacuerdo

La alcaldesa, al introducir el Puerto cambios que restan peso a la intervención municipal, anunció que condicionaba el trasladado de las naves a la recuperación del consenso. Tras superarse el choque dialéctico, se creó un equipo de trabajo entre ambas administraciones, pero nada se ha avanzado desde el pasado verano.

El gobierno local no ha dicho de forma oficial que renuncia a construir las naves y, por tanto, a crear ese gran parque urbano promovido por Augusto Hidalgo y Luis Ibarra, anteriores alcalde y presidente de la Autoridad Portuaria, pero las últimas decisiones municipales van en ese sentido. La más clara es la retirada de los fondos comprometidos para derribar y volver a construir los centros logísticos de Cruz Roja y PMA.

Sin presupusto

Se trata de una partida de 7,2 millones de los fondos regionales del FDCAN que estaba asignada a la dos naves. Esa partida, en el pleno del pasado mes de abril, ha sido "reprogramada" para financiar otras obras municipales, renunciando por tanto el Ayuntamiento a ejecutar el proyecto.

Es más, en mayo del año pasado, la Junta de Gobierno Local aprobó el proyecto definitivo de la sede de Cruz Roja, que era la primera intervención a realizar, seguida luego del PMA. Ambas actuaciones, tras un primer retraso en la etapa de Hidalgo, deberían haberse empezado en 2024 y estar acabadas en 2025, pero las obras siguen sin licitarse, con los plazos de ejecución prorrogados por la Autoridad Portuaria.

Los fondos reformulados del FDECAN afectan a las anualidades de 2024 a 2027. Eso, unido a la persistencia del desencuentro con el Puerto, evidencia que entre los planes municipales no está financiar las naves, al menos en este mandato. El coste de cada una es de unos cinco millones de euros.

Sin avances

Desde la Autoridad Portuaria admiten que no existe ningún avance en el proyecto Puerto-Ciudad, pero siguen a la espera de que el Ayuntamiento aclare si lo va a financiar o no.

Y mientras se diluye la gran reforma urbanística del istmo de Las Palmas de Gran Canaria, Calzada impulsa otro parque menos ambicioso al promovido por Ibarra. Lo hace de manera unilateral, sin la complicidad municipal, en una superficie de unos 11.000 metros cuadrados, que abarca desde la zona del acuario al recién recuperado aparcamiento de Salgulpa.

Más cemento

El nuevo parque está en fase de aprobación municipal y aún no ha sido presentado por la Autoridad Portuaria, pero colectivos sociales como Foro por La Isleta cuestionan su diseño, con menos árboles y zonas ajardinadas a las previstas en el proyecto Puerto-Ciudad.

Además de árboles y más zonas de sombra, los ciudadanos se quedan sin una gran plaza polivalente en la entrada sur del Puerto de Las Palmas, de unos 12.000 metros cuadrados, en la que el Ayuntamiento aspiraba a organizar actos multitudinarios de manera puntual, como conciertos o espectáculos del Carnaval.