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Terrazas en la calle Cano, en Las Palmas de Gran Canaria / ATLÁNTICO HOY

“No nos valen estadísticas”: los hosteleros de Las Palmas reclaman más presencia policial de noche

El presidente de la Asociación de Restauración de Gran Canaria denuncia que empleados y clientes viven con miedo al salir de restaurantes y cafeterías al cierre

Los hosteleros de Las Palmas de Gran Canaria han vuelto a denunciar la inseguridad creciente que vive la ciudad, especialmente durante las noches, cuando cierran bares, cafeterías y restaurantes. El presidente de la Asociación de Restauración de Gran Canaria (ARES), José Miguel Sánchez, aseguró en una entrevista en Radio Las Palmas que “no nos valen estadísticas de criminalidad, porque lo que sufrimos es miedo real en la calle”.

Sánchez criticó que el debate institucional se centre en cifras, cuando “muchos robos, jalones de bolsos o situaciones de acoso nunca se denuncian”. Aseguró que en zonas como Las Canteras, Guanarteme, Triana o San Bernardo, los empleados que terminan sus turnos a medianoche “viven con incertidumbre para volver a sus coches, coger un taxi o una guagua”.

“Estamos atemorizados cada noche”, advirtió, y reclamó al Ayuntamiento que refuerce la presencia policial a esas horas. “No podemos hablar de la ciudad con menos criminalidad cuando la realidad es que nuestros camareros tienen que pedir que los acompañen al parque para sacar el coche o dejan de usar patinetas por miedo a que se las roben”.

Críticas a la gestión municipal

El presidente de ARES señaló que la situación se ha agravado por la desaparición de la policía de barrio y la unidad local de Las Canteras, que daban cercanía a vecinos y negocios. “Hoy nos encontramos con calles oscuras, terrazas que se cierran antes y una ciudad fantasma en la que cada cual se salva como puede. Y Las Palmas nunca ha sido una ciudad temerosa”, lamentó.

Sánchez se mostró crítico con la falta de respuesta del Ayuntamiento: “Nos han llamado todos los partidos políticos menos el consistorio. Somos la herramienta que tienen para conocer la realidad del sector y, sin embargo, no se nos convoca a ninguna mesa de diálogo”.

Afecta al turismo

El presidente de ARES alertó también de que la inseguridad no solo golpea a empleados y clientes locales, sino a los visitantes: “No vale montar un escaparate en Fitur para promocionar el turismo gastronómico si luego la ciudad ofrece incertidumbre y miedo”.

A su juicio, la situación puede tener consecuencias similares a las de otras capitales con problemas de criminalidad: “Cuando los que roban actúan a plena luz del día es porque han perdido el miedo, y si eso se extiende, acabaremos espantando al turismo urbano que tanto se quiere potenciar”.

Reclaman una mesa urgente

ARES insiste en la necesidad de una mesa de diálogo inmediata con el Ayuntamiento para abordar la inseguridad. “No buscamos culpables, sino soluciones”, subrayó Sánchez. “La restauración es un motor económico y laboral clave en la ciudad, y no se puede respaldar de palabra nuestra gastronomía si no se respalda a los trabajadores que la sostienen”.