La obra de soterramiento en la zona de Belén María, en Las Palmas de Gran Canaria, ha sufrido un inesperado contratiempo tras el hallazgo de restos de hidrocarburos en el subsuelo, lo que ha llevado a la Consejería de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno de Canarias a paralizar los trabajos de manera provisional.
El descubrimiento se produjo durante las últimas perforaciones para realizar un ensayo de bombeo, según ha explicado el consejero del área, Pablo Rodríguez. La detección de estos residuos ha obligado a activar un protocolo de seguridad ambiental, que incluye la supervisión del Servicio de Residuos de la Consejería de Transición Ecológica y Energía, encargado de recoger muestras y realizar los análisis necesarios para determinar el alcance de la contaminación.
Estudio sobre viabilidad
Rodríguez ha subrayado que desde el inicio de la obra se han realizado estudios previos y perforaciones para minimizar el impacto en la movilidad, y precisamente han sido esas catas las que han permitido descubrir los hidrocarburos antes de acometer los cortes y desvíos previstos en el proyecto de soterramiento.
El hallazgo ha supuesto un parón temporal en la ejecución de las obras, a la espera de que una empresa especializada elabore un informe exhaustivo sobre la situación del suelo y proponga medidas para retomar el proyecto. Según la directora general de Infraestructura Viaria, Rosana Melián, ya se ha facilitado información al Servicio de Suelos Contaminados para que valore la viabilidad de continuar con la obra o, en su defecto, proponga alternativas de ejecución que garanticen la seguridad medioambiental.
Mes de espera
El consejero Rodríguez ha señalado que, aunque se había contemplado la posibilidad de encontrar hidrocarburos en el subsuelo, la prioridad ahora es actuar con prudencia. "En el plazo de un mes deberíamos contar con toda la información necesaria para reprogramar el calendario de trabajo y seguir adelante con el proyecto", afirmó el responsable autonómico.
Mientras tanto, la situación genera inquietud entre los vecinos y comerciantes de la zona, preocupados por el posible retraso en una obra que busca mejorar la movilidad y la conectividad en un área clave de la capital grancanaria.
La Consejería mantiene su compromiso de informar puntualmente sobre la evolución de los estudios y las decisiones que se adopten, insistiendo en que la prioridad absoluta es garantizar la seguridad ambiental y minimizar el impacto en la vida cotidiana de la zona.