Policías y bomberos de Las Palmas de Gran Canaria vuelven a la carga para reivindicar sus demandas, entre las que destacan el pago de horas extras, la falta de personal, el estado de los medios y, planes y convenios sin actualizar en ambos servicios.
Los principales sindicatos - USPB, CSIF, CCOO, UGT y SPPLB - han convocado una concentración el próximo 28 de febrero a las 9:30 horas en la Plaza de Santa Ana, coincidiendo con la celebración del pleno del Ayuntamiento.
Pago de horas extras
La manifestación nace en un principio de los policías locales, que se encuentran en conflicto laboral con el Consistorio desde hace meses, así como los agentes de movilidad. Sin embargo, como respaldo y también sumándose para visibilizar sus propias problemáticas, los bomberos también estarán presenten frente a las Casas Consistoriales.
Los servicios de emergencia de la capital comparten gran parte de las problemáticas, siendo una de las principales el pago de las horas extras, situación que ha llevado a la policía a negarse a hacer más de manera indefinida, sobre todo de cara a distintos eventos multitudinarios, como actos de Navidad o Carnavales.
Los distintos servicios siguen a la espera de que la entidad municipal les pague las horas extraordinarias de 2024 y “parece ser que cuando lo paguen, será solamente hasta septiembre de 2024”, expone Víctor García, portavoz de USPB. De ahí su lucha a que se remuneren en tiempo y forma.
Falta de personal
No obstante, no se trata solo de una lucha por las horas extras. También aborda el problema de la falta de personal, que es lo que lleva principalmente a la necesidad de realizar jornadas más extensas u horas de más.
Daniel Ojeda, delegado sindical de USPB, pone de ejemplo la situación de los bomberos, cuerpo al que le faltan unos 30 efectivos. “La gente tiene que duplicar turnos para que los servicios se cubran con seguridad, pero encima no se les paga lo que se les debe”, denuncia Ojeda. “No es lo mismo hacer horas extra puntuales por un evento que depender de ellas para que el servicio funcione”.
La plantilla de la Policía Local, por su parte, enfrenta un déficit de personal en aumento, “con cerca de 200 vacantes y sin perspectivas de reposición inmediata”, agravado por jubilaciones y la fuga de agentes hacia otras administraciones, en busca de mejores condiciones laborales.
Falta de medios
A todo ello se suma la falta de medios, que en el caso de los bomberos se percibe en el estado de los camiones. Ojeda indica que “no hay ningún camión en el que nos sintamos seguros”, pero aun así deben salir a los servicios por responsabilidad profesional y personal.
Esta situación ha conducido a que los bomberos se hayan quedado sin poder acudir a emergencias porque los camiones han sufrido averías en pleno desplazamiento, teniendo que movilizar a otro parque, por lo que se retrasa la respuesta a la emergencia.
Por ahora se mantienen a la espera de que lleguen los nuevos camiones, que “al menos” ya están licitados, aunque no saben cuándo ocurrirá.
Medallas de honor
La protesta también servirá para expresar el malestar por la reciente concesión de medallas de honor y distinciones de servicio, un reconocimiento que, según los bomberos, se ha otorgado de manera arbitraria y sin el consenso del cuerpo.
Ojeda explica que tradicionalmente este acto se celebraba en las instalaciones de Bomberos de Las Palmas, pero este año se ha trasladado a otro espacio y se ha convertido en un evento politizado, lo que ha generado rechazo entre los efectivos.
“Ningún bombero está de acuerdo con lo que ha pasado. El evento era nuestro, era el día de los bomberos. Ahora se ha convertido en otra cosa”, lamenta. “Por eso no vamos a participar”.
Exigir soluciones inmediatas
García reitera que son problemas que llevan denunciando durante meses. “Para esto es la concentración, para denunciar esta situación y, sobre todo, la falta de diálogo por parte de la alcaldesa, que no convoca a mesa de negociación para poder resolver este asunto”, apunta.
Con la concentración del 28 de febrero, policías y bomberos esperan llamar la atención del Ayuntamiento y presionar para que se tomen medidas urgentes. La falta de personal, el impago de gratificaciones, el deterioro de los vehículos y la desorganización interna ponen en riesgo tanto a los trabajadores como a la ciudadanía.

