Ramírez (NC): “Nos gustaría que los vecinos negociaran con nosotros y no judicializaran todo”

La asociación de Vecinos Triana-San Telmo denuncia que las últimas festividades del 5 de enero se han convertido en un macrobotellón con conciertos hasta altas horas de la madrugada, afectando negativamente a los residentes

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José Eduardo Ramírez, concejal de Movilidad de Las Palmas de Gran Canaria y presidente de Guaguas Municipales.
José Eduardo Ramírez, concejal de Movilidad de Las Palmas de Gran Canaria y presidente de Guaguas Municipales.

La Asociación de Vecinos Triana-San Telmo ha presentado un recurso contencioso administrativo contra el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, en protesta por la celebración de la noche de Reyes de este año en las calles del barrio. 

El concejal del Distrito-Centro, José Eduardo Ramírez (NC), cree que la convivencia es la clave de todo y apuesta por el diálogo. “Nos gustaría que esta asociación de vecinos tuviera la posibilidad de negociar con nosotros y que no acabara judicializando todas las actuaciones que se desarrollan en Triana”, indica el concejal.

Seguridad

De hecho, asegura que se trata de una sola asociación de vecinos de Triana y que la más importante, sí apoya la celebración de la noche de Reyes. “Esto es una fiesta que surgió de manera espontánea hace muchísimas décadas. En dónde cada vez se juntaban más ciudadanos en esa zona de la ciudad para celebrar a lo largo del día previo al día de Reyes y la propia noche de Reyes. El Ayuntamiento empieza a intervenir justamente para garantizar la seguridad de todos aquellos que se acercaban a la zona, que cada vez eran más. Se hacen planes de seguridad, hay presencia policial, se cortan calles, se hacen incluso controles de aforo en determinados espacios estrechos para evitar aglomeraciones. Se organizan conciertos que buscan dispersar a la gente para que no todo el mundo se concentre en el mismo lugar”, explica Ramírez.

“Este año, por ejemplo, todos los conciertos y todas las actividades acabaron a las 12 de la noche. Hay que recordar que en otras ediciones acabaron a las 3 de la mañana. Además, hay un refuerzo especial de limpieza, con lo cual yo creo que el papel del Ayuntamiento es hacer que esa fiesta garantice la convivencia entre todos, entre todos aquellos que quieren disfrutar y entre los que viven allí. Se han tomado todas las medidas legales para que se pudiera celebrar la noche, hubo medidas incluso de medición del ruido, se llena el espacio con baños químicos, muchos más de los que hemos puesto en años anteriores”, subraya. 

Convivencia

José Eduardo Ramírez espera que la decisión judicial no termine con la fiesta. “Este año lo hemos trabajado de manera muy concienzuda. Hemos tomado medidas para corregir, a mejor, noches anteriores, sobre todo en reducción de ruidos, reducción de horarios e intentar trasladar la fiesta más a la tarde que a la noche, pero entendemos que es una fiesta que tiene ya un arraigo popular importantísimo. Esperemos que con las medidas que hemos tomado, podamos salvar la convivencia que al final es la clave de todo. Los que tienen derecho a asistir ese día a esa zona, los comerciantes que además, hacen muchísimo negocio a lo largo de esa tarde y de esa noche, con los vecinos que allí viven”, manifiesta Ramírez.

El concejal no está de acuerdo con la afirmación de que ese día, Triana se convierte en un macrobotellón. “Es verdad que algunos llevan bebidas y las consumen en la calle, pero la presencia policial es importante para tratar de evitar esos comportamientos. Yo creo que es una fiesta sana, tradicional y divertida. Todos alguna vez, hemos pasado por allí y si podemos respetarnos entre todos, pues la podremos seguir celebrando”, concluye.

Ley de Ruidos

Según Pepa Sánchez, presidenta de la asociación, la reclamación fue interpuesta a principios de marzo y está en proceso con la participación de diversas partes.

La asociación denuncia que las últimas festividades del 5 de enero sí se han convertido en un macrobotellón con conciertos hasta altas horas de la madrugada, afectando negativamente a los residentes. Aunque el ayuntamiento informó de la presencia de 50.000 personas este año, los vecinos argumentan que la noche ha perdido su carácter familiar y comercial, que solía ser un impulso económico para los negocios locales que defiende el concejal.

Los residentes exigen el cumplimiento de la Ley de Ruidos y reclaman que las medidas prometidas por las autoridades municipales en reuniones anteriores no se han materializado. Para respaldar su reclamo, cuentan con el respaldo legal de la abogada Yomara García, especializada en la defensa contra la contaminación acústica.