Los táser de la Policía Local de Las Palmas se quedan sin batería y no compran de repuesto

El Consistorio compró cinco de esas avanzadas armas y dos las guardó. Las otras tres pasaron a formar parte del equipamiento del Grupo Operativo de Intervención y Apoyo – Unidad Especial, GOIA-UE cuyos miembros son policías de élite

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Los táser de la Policía Local de Las Palmas se quedan sin batería / ATLÁNTICO HOY
Los táser de la Policía Local de Las Palmas se quedan sin batería / ATLÁNTICO HOY

El próximo 1 de febrero se cumplen dos años de la presentación de las pistolas taser que iban a ser un referente en la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria. El entonces alcalde, Augusto Hidalgo, junto al concejal de Seguridad y Emergencias, Josué Íñiguez, y la jefa de la Policía Local, Carmen Delia Martín, presentaron el nuevo recurso de los agentes en un acto por todo alto y con exhibición incluida, en el que explicaron que las pistolas eléctricas estaban “para actuar en situaciones de riesgo extremas”.

Sin embargo, la capital grancanaria ya llegaba tarde. Municipios como Arona, en Tenerife, cuentan con este tipo de armamento no letal desde 2001.

Cinco

El Consistorio compró cinco de esas avanzadas armas y dos las guardó. Las otras tres pasaron a formar parte del equipamiento del Grupo Operativo de Intervención y Apoyo – Unidad Especial, GOIA-UE cuyos miembros son policías de élite. Pues bien, actualmente una de esas táser no tiene batería y tampoco se ha comprado una de repuesto. El precio de cada batería no alcanza los 200 euros.

Cada pila de estas pistolas tiene dos disparos de cartuchos de 7,5 metros de alcance. Son de recarga rápida y se reemplazan una vez que se utilizan en cada pistola y cuentan con una batería que tiene capacidad para 500 usos.

Agentes de la Policía Local / EFE
Agentes de la Policía Local / EFE

Dardos

Las armas de la Policía Local lanzan dardos provistos de electrodos que se unen a la pistola con cables. Cuando el proyectil acierta en el cuerpo del objetivo provoca una descarga eléctrica que interfiere en las señales entre el cerebro y los músculos, provocando la inmovilización temporal.

Atlántico Hoy ha podido saber que la unidad nocturna y los sindicatos han solicitado el uso de esas armas amparadas por las normas marco de las policías locales de Canarias y “por parte de la jefatura se prefiere tener esas dos armas guardadas antes de dárselas a los agentes”, aseguran fuentes policiales.

“Existe una nefasta gestión de los medios que ha llevado a dejar caducar los radares y en el mes de diciembre caducaron todos los etilómetros a la vez (justo cuando más se necesitan) y se tuvo que pedir prestado uno a la Dirección General de Tráfico”, puntualizan.