En el corazón de Las Palmas de Gran Canaria, se alza un edificio que ha sido testigo de la historia y el esplendor de la ciudad durante más de un siglo.
Su arquitectura señorial y su pasado ligado a grandes personalidades lo han convertido en un auténtico tesoro arquitectónico en Canarias, con una historia que se remonta a finales del siglo XIX.
El hotel más emblemático de Canarias
Con una historia que comienza en 1890, este hotel ha sido un símbolo del lujo y la elegancia en el archipiélago. Su construcción original fue obra del arquitecto James M. MacLaren, quien diseñó el Hotel Santa Catalina, un edificio al más puro estilo colonial británico, reflejo del esplendor que vivía la ciudad en aquella época.
A lo largo de los años, el hotel ha sido testigo del paso de ilustres huéspedes, desde Sir Winston Churchill hasta Frank Sinatra, Neil Armstrong o Rita Hayworth. Su reputación como uno de los alojamientos más exclusivos de Canarias se ha mantenido intacta a pesar de las múltiples transformaciones que ha experimentado.
Reconstrucción y esplendor artístico
En 1923, tras los estragos de la Primera Guerra Mundial, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria adquirió el hotel para evitar su decadencia. Fue entonces cuando el arquitecto Miguel Martín-Fernández de la Torre asumió el proyecto de reconstrucción, manteniendo su esencia colonial inglesa, pero dotándolo de una identidad propia.
En 1952, junto a su hermano Néstor Martín-Fernández de la Torre, el edificio fue remodelado con un enfoque en el regionalismo arquitectónico, integrando elementos artísticos que hoy en día lo convierten en un auténtico museo dentro de un hotel.
Una renovación
La última gran transformación del hotel tuvo lugar en 2019, cuando Grupo Barceló realizó una renovación integral, recuperando su esplendor original y modernizando sus instalaciones. Fue en este momento cuando pasó a llamarse Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel, conservando su esencia histórica pero adaptándose a los estándares de lujo contemporáneos.
Hoy en día, el hotel es un icono del patrimonio arquitectónico y cultural de la capital grancanaria, reconocido como uno de los mejores ejemplos del regionalismo canario del siglo XX. Su importancia trasciende lo meramente turístico, pues representa un vínculo con la historia de la isla y con las grandes figuras que han pasado por sus habitaciones.
Hogar de grandes personalidades
Desde su apertura, Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel ha sido un refugio para figuras de la cultura, la política y el espectáculo. Nombres como Maria Callas, Gregory Peck o Ava Gardner han disfrutado de su hospitalidad, consolidando su fama como un destino exclusivo.
Con más de 135 años de historia, este hotel sigue siendo un referente en la isla y una joya arquitectónica que recuerda la conexión de Canarias con el lujo y la tradición. Su ubicación privilegiada en el Parque Doramas, su impresionante diseño y su legado histórico lo convierten en un destino imprescindible para quienes buscan revivir la elegancia del pasado con todas las comodidades del presente.