La zona de bajas emisiones de Alcaravaneras divide a vecinos y comerciantes

El barrio de Las Palmas de Gran Canaria será el primero en el que se implante la zona de bajas emisiones en la ciudad

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Tráfico en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. / Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria
Tráfico en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. / Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

Un grupo de jóvenes toma café en la calle Pío XII de Las Palmas de Gran Canaria, en Alcaravaneras. Se trata de una de las vías del barrio que se verá afectada por la zona de bajas emisiones (ZBE) y en las que el Ayuntamiento empezará a instalar la señalización y la tecnología en el primer semestre de 2023. Uno de los chicos que se encuentra en la terraza del bar es contundente al ser preguntado por su opinión: “Me parece muy bien y raro será el que diga lo contrario”.

En realidad, entre vecinos y comerciantes hay formas de verlo muy distintas. Atlántico Hoy ha salido a preguntarles por las calles Pío XII, Pi y MargallLuis Antúnez, Ingeniero Salinas, Víctor Hugo, ItaliaBlasco Ibáñez, Alfredo CalderónValenciaAlemania, y Bilbao. En algunas de estas zonas se reducirá el flujo de vehículos limitando la entrada solo a vecinos y a quienes cumplan los requisitos que se establezcan. En otras se cerrará por completo al tráfico.

"Ahogará la ciudad"

Esta medida me parece mal porque lo que va a ocurrir es que se ahogue la ciudad”, protesta José Luis Benavide, un jienense afincado en la calle Víctor Hugo desde hace más de veinte años. Minutos antes, Patricia y Grimanesa paseaban por Pío XII de camino al trabajo y eran contundentes sobre la ZBE: “Acogemos mal la medida, porque venimos de otro punto de la isla a trabajar y nuestros vehículos no tienen la tarjeta eco ni la van a tener”.

Por lo general, quienes se oponen son las personas que tienen que ir a trabajar al barrio de Alcaravaneras desde otros lugares y no tienen el distintivo medioambiental en su vehículo. Es el caso también de Fabiola, que trabaja en la calle Alemania y vive en Tamaraceite. Cada día aparca cerca del antiguo estadio Insular y cree que con la ZBE la situación para estacionar el coche empeorará. “¿Qué esto fomentará el uso del transporte público? Pues que nos lo pongan más fácil”, sentencia.

Minimanzana en Alcaravaneras

Héctor Machín es doctor arquitecto y urbanista; así como el autor del proyecto de una mini manzana para Alcaravaneras. Consistirá en un 4X3 manzanas entre Pío XII, Pi y Margall, Luis Antúnez e Ingeniero Salinas. La iniciativa surgió en el año 2021 y el Ayuntamiento intentó aprobarlo en 2022 con los fondos Next Generation, pero no fue posible.

Machín, en declaraciones a este medio, dice que los casos relatados por algunos trabajadores del barrio son situaciones personales. “Tendemos a personalizar nuestros problemas y no analizamos un problema global”, comenta. “Alcaravaneras se ha convertido en un barrio inhóspito en el que no hay bancos y las aceras son estrechas. Eso es algo que para los mayores y discapacitados es un problema”, añade.

Lo que no se puede resolver es el problema personal de cada uno. Esto es una evolución en nuestra forma de vida”, recalca.

Fomento del transporte público

El arquitecto recuerda que una solución podría ser el uso del transporte público o de carriles bici. Magdalena se encuentra en su jornada laboral en el interior del gimnasio Onfit, mientras cuenta que ella procura hacer siempre el máximo esfuerzo posible por el medioambiente y va cada día al gimnasio en bicicleta.

Son muchos los vecinos los que se posicionan a favor de la medida. Paula tiene coche, pero no le parece mal porque ve necesario ir reduciendo las emisiones. Sergio Molina opina lo mismo que ella porque lo ve como una oportunidad para fomentar el transporte público.

"Habrá que ceder"

Se acerca el mediodía y Gustavo Suárez está limpiando su restaurante para ponerlo apunto y sentencia: “A mí me afecta, pero mientras sea por el bien de todos, algunos tendremos que ceder y no ser egoístas”. Lo mismo ocurre con Zuli, que trabaja en el Roca de Alfredo Calderón, a ella le parece bien y acude a su puesto de trabajo en guagua.

En la calle Italia se encuentra Alberto mientras señala su coche y dice que tiene la tarjeta Eco. Acto seguido, transmite una idea con la que coincidieron otros vecinos: “Hay cosas que urgen más como las emisiones que vienen del puerto y las tenemos aquí cerca”.

Calle de Las Alcaravaneras donde se aplicará la medida. / Atlántico Hoy
Calle de Alcaravaneras donde se aplicará la medida. / Atlántico Hoy

"Habrá menos clientes"

Jesús López y Eduardo son vecinos de Alcaravaneras que ven muy bien la medida para reducir las emisiones, aunque no pueden olvidar a esas personas que no tienen la tarjeta Eco y no se pueden permitir comprar otro vehículo. Óliver, en Pi i Margall, opina igual. Cristo va con frecuencia al barrio a trabajar y dice que cuando la medida esté en vigor llevará su moto eléctrica.

Discrepa de esto Tomás Pérez. Es empleado de un establecimiento de telefonía móvil en Pío XII. “La medida es una estupidez”, considera. “Esto afecta a los que venimos de otras zonas y limita la llegada de clientes a los locales”, agrega. Cerca de Pérez trabajan en una frutería Moneiba y Jana. Ellas ven positivo el impacto para el medioambiente, pero coinciden en que será un perjuicio para los comercios.

Soraya acaba de llegar a la peluquería que regenta y está levantando la persiana. Tampoco vive en Alcaravaneras y cuenta que llevaría mal la medida al no tener el distintivo medioambiental en su vehículo.

Proceso de aprendizaje

Todas las personas consultadas deberán someterse a un periodo de adaptación que el arquitecto Héctor Machín comenta que no será del todo rápido. “A partir de la implantación habrá un proceso de aprendizaje como ya ocurre en la península. Pero no será un hándicap”, apostilla.

En cuanto a los trabajos, sí piensa que se harán en plazo sin problemas: “Si va todo bien, podrá estar ejecutado en el plazo estipulado porque es urbanismo táctico con maceteros y asientos, no es una obra complicada. Es readaptarlo para que los vehículos tengan más complicaciones en el acceso.

Reunión este viernes

Machín se reunirá este viernes con el Ayuntamiento para tener una primera toma de contacto porque el real decreto salió en diciembre. “Nos reuniremos para readaptarlo en base a las cuestiones que exigen. La clave es la limitación en el acceso de vehículos”, añade. Narra que eso se combina con unos sensores para la calidad del aire y para el ruido porque se basan en unos indicadores que vienen de Europa y de la OMS.

“A quien le preocupe porque tiene que ir a buscar a su madre que es anciana, da la matrícula a quien corresponda y ya está. Habrá un registro de matrículas que vivan por la zona. Lo mismo quienes tengan que ir a buscar algo a un comercio”, dice el doctor en Arquitectura.