Alvise Pérez agitó este jueves el Hotel Reina Isabel y alrededores. En su primer acto público en las islas como líder de Se Acabó la Fiesta, el eurodiputado protagonizó un mitin encendido en el que arremetió con dureza contra la inmigración procedente de Marruecos, al afirmar que “lo que está viniendo es la escoria que ni siquiera su propio país quiere”.
La frase, pronunciada ante un auditorio abarrotado de simpatizantes —cerca de un centenar se quedó fuera al completar el aforo—, generó una ola de reacciones en redes sociales, donde las acusaciones de racismo y xenofobia no tardaron en llegar.
Pérez, sin embargo, mantuvo su discurso sin matices, entre aplausos, aludiendo a lo que considera una “invasión consentida” por las autoridades españolas. “No vamos a callarnos ante quienes traicionan a su pueblo por dinero o por cobardía”, espetó.
Negativa del Ayuntamiento
La convocatoria, inicialmente prevista en el espacio municipal de La Gallera, tuvo que ser trasladada al céntrico hotel tras la negativa del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a ceder el recinto público, una decisión que Pérez calificó como “un intento de censura política”.

Durante más de una hora, el discurso de Pérez se centró en su habitual narrativa: ataques frontales a las élites políticas, denuncias de corrupción institucional y críticas a los medios de comunicación, a los que acusó de “estar al servicio de los poderosos”.
Sin incidentes
El foco, sin embargo, estuvo en su visión alarmista del fenómeno migratorio en Canarias, al que calificó como “una de las mayores amenazas a la identidad nacional”.
El mitin se desarrolló sin incidentes, aunque contó con una notable presencia policial. Alvise Pérez insistió en que su movimiento buscará “tomar las instituciones para limpiarlas desde dentro” y anunció nuevas paradas en su gira por todo el territorio nacional, con la vista puesta en futuros procesos electorales.