Cabalgando contrariedades en Teobaldo Power

El Parlamento de Canarias aprueba los presupuestos para 2024 con el rechazo de PSOE y NC y la abstención de Vox

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La consejera de Hacienda y Relaciones con la Unión Europea del Gobierno de Canarias, Matilde Asián./ EFE - RAMÓN DE LA ROCHA
La consejera de Hacienda y Relaciones con la Unión Europea del Gobierno de Canarias, Matilde Asián./ EFE - RAMÓN DE LA ROCHA

La sesión plenaria más importante del año, se dijo repetidamente. Un mantra innecesario, que a modo de broma está bien, no vaya a ser que el Debate sobre el Estado de la Nacionalidad Canaria llegue a adquirir el protagonismo que merece.

Sobre todo, y como siempre, porque la aprobación de los presupuestos viene trabajada desde antes, como no puede ser de otra manera, y lo vivido este martes no fue más que la teatralización de lo expuesto hace poco menos de una semana.

Por ello intentó la oposición -queda claro a estas alturas: PSOE y Nueva Canarias, en la brega por ganarse ese espacio- darle intriga con esa enmienda in voce que pretendía un helicóptero medicalizado en Lanzarote.

Un falso MacGuffin de última hora para los espectadores más crédulos, alentado por José Miguel Barragán, portavoz del grupo nacionalista, quien aseguró en el estrado (¡cómo no iba a hacerlo!) que se aprobarían todas las enmiendas que beneficiasen a Canarias.

Pinocha para socialistas y canaristas, que vieron en su afirmación una lógica indubitable. Un helicóptero medicalizado le viene bien a la isla conejera, ¿o no? Fue que no, aunque siempre “por ahora”, locución que viene en el primer capitulo del manual para el político español.

El Pisuerga por Teobaldo Power

¿Qué importa? La polarización política a veces sabe de consensos. Solo así se entiende la displicencia de los partidos a la hora de afrontar las  incongruencias propias y ajenas en ciertas cuestiones.

En el PSOE se quejaban de que no se admitieron sus enmiendas mientras que a Vox se le aceptó una veintena “a mansalva”; CC y PP decían que de las 24 inadmitidas solo se reclamaron 2, así que “tan claro no lo tendrían” con el resto.

Para esa batalla los socialistas sacaron a la palestra al majorero Manuel Hernández. Apunten ese nombre que tiene recorrido, pese a la dependencia del “puto folio", como diría Chaves. Dio brío a la última intervención de la mañana, hizo reír a su público, al espectador neutral e incluso a miembros del gobierno, tirando de "el rodillo” (que, según entiende su grupo parlamentario, se ha aplicado para desactivar las enmiendas socialistas) como un bis de Queen. Tuvo su gracia ver replicarlo a toda su bancada. Eeeee oooo.

Eso sí, se columpió a la hora de trazar una linea de consanguinidad entre el Ejecutivo y Vox (directriz marcada desde Ferraz) por las enmiendas aprobadas. Aprovechando que el Pisuerga pasaba por Teobaldo Power metió en el mismo saco las enmiendas aprobadas que había propuesto el partido de Nicasio Galván con otras, más controvertidas, que no lo fueron, un hecho que le afeó, con razón, su paisano popular (PP) Fernando Enseñat. Pese a que luego quiso recular, lo cierto es que repasando el momento se intuye lo que había querido dar a entender.

Servicios sociales y Cultura

Obviando el discurso de Manuel Hernández, la animosidad más evidente vino de parte de Nueva Canarias, por motivos obvios (CC y PSOE ya son amigos en La Laguna).

La necesidad de visibilidad de los canaristas es manifiesta ahora que su plenipotenciario líder, Román Rodríguez, está fuera de la cámara. Sus diputadas Esther González y Carmen Hernández elevaron el tono y lamentaron su poca influencia en la tramitación de enmiendas, pero ahí se llevaron otro palo: en el Cabildo de Gran Canaria Nueva Canarias no aceptó este año ni una sola enmienda de CC y PP. ¡Ay, Antonio!

No erraron el tiro, sin embargo, en los dos más flagrantes incumplimientos de la coalición gobernante, que son los que incumben a los Servicios Sociales y a Cultura.

Ninguna de las partidas consignadas llega al mínimo exigido por la legislación canaria actual, pero, y pese a que NC lleve denunciándolo desde la presentación del anteproyecto -sorprendentemente, o no, el PSOE ha mantenido un perfil muy bajo a este respecto-, los miembros de los partidos con labores de gobierno han hecho como que la cosa no iba con ellos. Ni Candelaria Delgado en las comisiones de control ni nadie en el Ejecutivo ha profundizado en esta cuestión.

Aquí no pasa nada, aunque Barragán, una suerte de Matusalén parlamentario, jugueteando con su verbo fácil, hablando de modificaciones y otras lides, intentó darle algo de salida sin éxito -y porque sabíamos que hablaba de ello-. Único momento de su intervención en el que flaqueó, todo sea dicho, porque la veteranía es un grado y él los mandobles los germina en sus silencios y los vocaliza solo para delirio del personal. De condecoraciones va sobrado.

Felices los cuatro

De resto, felicidad. Raúl Acosta dejo ver en sus intervenciones que los herreños están encantados de estar en el meollo con voz y voto y Melodie Mendoza, representante de Casimiro en la Tierra, demostró una vez más que no es díficil “cabalgar contrariedades” -Pablo Iglesias dixit-.

Todo en favor de una Canarias que según los ojos de quien mire está mucho mejor (o peor) de lo que estaba hace cuatro años (o no).

Finalizó entonces la sesión plenaria más importante del año (11.301 millones de euros para el año que viene la contemplan), con el cierre de Matilde Asián.

No quiso extenderse mucho porque a las 13:52 de la tarde, poco más de tres horas después de haber comenzado el pleno, fue “consciente del cansancio” de sus señorías y “de la hora que es”, así que dio las gracias a los letrados de la Cámara y cedió el turno a la presidenta Astrid Pérez, quien felicitó las navidades al respetable y conminó a los presentes al tradicional brindis navideño. Feliz año.

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