La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha valorado como "absolutamente necesaria" esta primera Conferencia de Presidentes de este martes, en la que se han apreciado "desafíos muy grandes" y donde ha defendido revisar el actual modelo desde lo "limitado y sostenible".
Dávila ha enfatizado que en este primer encuentro entre los presidentes de los cabildos insulares y el presidente de Canarias han apreciado que los desafíos "son muy grandes", y por eso ha manifestado "la sensibilidad" que desde Tenerife se tiene sobre el actual reto que supone el modelo económico, basado en el turismo.
Ha dicho que este modelo económico ha tenido un crecimiento en términos macroeconómicos, con cifras "muy positivas" en cuanto a crecimiento del PIB y de empleo en la isla de Tenerife - "la menor tasa de desempleo y la mayor de ocupados"- pero que, sin embargo, este crecimiento no se traduce en cotas de bienestar.
Absolutamente necesaria
Asimismo, a su juicio, la Conferencia de Presidentes de este martes ha sido "absolutamente necesaria" para abordar una temática, un "desafío extraordinario", y revisar un modelo económico basado en el turismo, "que con toda seguridad está llamado a seguir siendo motor económico, pero de manera limitada y sostenible".
"Hablamos de presión sobre el territorio, sobre espacios naturales, sobre servicios e infraestructuras, y por ello es necesario tener una política estratégica en materia de población, vivienda e infraestructuras que no será la misma en todas y cada una de las islas", ha explicado. Ha aseverado que Tenerife, por ejemplo, ha duplicado una parte importante de la población en algunos municipios turísticos, lo que en su opinión ha supuesto una "presión importante" sobre el precio de la vivienda, lo que "deja a muchos jóvenes sin poderse emancipar".
La presidenta del Cabildo tinerfeño ha reiterado este martes que en materia de vivienda "se tienen que poder movilizar las 90.000 viviendas vacías" en Tenerife, y que lo ideal sería hacerlo con "una política fiscal y de seguridad para los propietarios", que supondría "una revolución, sin tener que presionar más el territorio".
Dávila ha defendido un desarrollo insular "sostenible", con limitaciones, y siendo "plenamente consciente" que el modelo de desarrollo actual, que ha supuesto el desarrollo de las islas en los últimos 40 años, "no puede seguir, necesita ser revisado, si no queremos que sea un fracaso y esté llamado al agotamiento".