El mes de octubre está siendo dramático en cuanto a las llegadas por mar a Canarias, y más específicamente a El Hierro. Solo en lo que va de décimo mes del año, han recibo, a falta de cifras oficiales del ministerio del Interior, tantos migrantes como habitantes tiene toda la isla de El Hierro (unos 11.500).
“Cada día es un sin fin. Se está viviendo con mucha preocupación”, reconoce a Atlántico Hoy el presidente de la Agrupación Herreña Independiente, Javier Armas. “Los números son muy fríos y dan una magnificencia a este tema importante. El mes de octubre ha sido clamoroso”, añade.
Cifras que proyectan que en este mismo mes vayan a llegar el mismo número de personas que todo el año 2022 en su conjunto, más de 13.000.
Hándicap turístico
En este contexto, paralelamente a ese drama personal de los que llegan, Armas, explica que lo que más les preocupa es que esas llegadas masivas a El Hierro “no sea un hándicap de desarrollo para la isla y creo que lo está haciendo”. Aclara que “la imagen permanente de llegadas a El Hierro no significa un gran atractivo, de alguna manera, turístico. La zona donde llegan es La Restinga y la verdad es que nos preocupa. Al principio menos, ahora más porque las administraciones no están siendo lo suficientemente ágiles para ‘borrar’ -aclara el entrecomillado- esas huellas, porque no pueden ser borradas”, argumenta.
De esta manera, Armas señala que se instala un hospital de campaña, se instala un sistema para sacar del agua los cayucos, “pero no hay posibilidad material de sacarlos con la celeridad con la que llegan".
La visita del ministro Escrivá
La visita del pasado jueves del ministro en funciones de Migraciones, José Luis Escrivá, “fue importante porque el Estado es el que tiene la máxima competencia en todo esto para que vean in situ cuál es el problema y cuando se ve in situ se determinan más fácilmente las soluciones y las soluciones no pueden ser en este momento más que a corto plazo”, expone el líder de AHI.
En este sentido, valora Armas que ese corto plazo “es gestionar el día a día lo mejor posible con dignidad” y cree que la derivación a la Península “debería ser un protocolo muy cerrado para que todas las administraciones sepan a qué se comprometen y qué tienen que hacer en cada momento”.
Menores
Otro de los temas que aborda Armas al respecto es el de los menores que llegan a la isla. “También hay que derivarlos, pero lleva un proceso más complejo por razones judiciales. En El Hierro hay tres o cuatro centros que están recibiendo a los niños y se va a considerar un centro estable para el futuro, igual que en el resto de Canarias. El Hierro tiene que ser también solidario”, apunta.
En el medio plazo el representante herreño indica la necesidad de realizar acciones muy concretas, pero que sobrepasan la capacidad de los ayuntamientos, incluso del Cabildo insular y del Gobierno de Canarias. “Tienen que hacer relaciones bilaterales con los países de origen”, señala a la vez que añade para el largo plazo la importancia de ejecutar “acciones muy concretas para evitar la avalancha de origen de este problema. No hay otra solución. Los expertos dicen que la emigración va a ser imparable, no esta, sino todas en el siglo XXI. Por lo tanto, creo que en el origen hay que darles la mejor de las condiciones de vida fijar la población”.
Generación joven
En este contexto, abunda que los que están llegando “son una generación joven, quizá la más cualificada. Nos preocupa muchísimo, porque también nos ha pasado a los canarios en otra época. Y, de hecho, hoy en día personas más formadas y jóvenes se están marchando”.
Por todo ello, en su conjunto, Armas insiste que “evidentemente, la suma de todas esas medidas son las que tienen que ejecutar para este problema” y aunque avanza que por razones climatológicas “seguramente descenderá ahora esta presión” el problema “sigue estando y seguramente se retomarán cuando las condiciones sean favorables. Por lo tanto, nosotros no tenemos otro mensaje que la unidad”, finaliza.