Miguel Rastrero, exmiembro de Vox / ACFIPRESS
Miguel Rastrero, exmiembro de Vox / ACFIPRESS

Miguel Rastrero: "Vox en Canarias funciona como 'Juego de Tronos', quieren gente muy sumisa"

El todavía concejal de Puerto del Rosario, pero ahora no adscrito a ningún grupo, dejó la formación este fin de semana y en una entrevista concedida a Atlántico Hoy explica sus razones

marcos moreno

Miguel Rastrero dejó Vox porque no podía más. En las elecciones municipales de mayo de 2023 consiguió su acta como concejal en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario (Fuerteventura) y accedió al grupo mixto.

Empezó a combinar su cargo público —el único que tenía la formación en la isla majorera— con su oficio como piloto sin, dice, cobrar ni un euro de las arcas públicas —asegura que donaba todo lo que recibía—. Pero las discrepancias y las formas a la hora de tratarlo desde arriba hicieron que se bajara del barco.

Ha decidido mantener su acta como concejal no adscrito como mínimo hasta que termine este mandato en 2027. “Luego ya veremos”, asegura en una entrevista concedida a Atlántico Hoy en la que carga contra la forma de organizarse que tiene Vox en el Archipiélago. “Me ha parecido un poco ‘Juego de Tronos’, quieren gente muy sumisa”, afirma.

[Pregunta] Vox se ha quedado sin coordinador insular en Fuerteventura y lo mismo pasa en todos los municipios menos en La Oliva. ¿El partido se ha ganado a pulso esta desbandada?

[Respuesta] Se la ha ganado a pulso por parte de lo que es la estructura provincial y diría totalmente autonómica, porque el partido en Canarias no ha funcionado desde el principio. Ha habido un poco de cacería hacia ciertas personas. Además, entramos porque ellos nos lo pidieron, todos tenemos nuestra profesión y dejamos claro que no veníamos a vivir de la política. Nos hemos llevado una profunda decepción.

¿La cúpula del partido en Canarias ha ido contra personas concretas como puede ser su caso?

Sí. Lo digo sin ningún tapujo, no les gustan las personas que puedan hacer un buen trabajo, destacar y que tengan formación. A mí me ha parecido un poco 'Juego de Tronos'. Parece que quieren gente muy sumisa que vaya a un pleno a repetir unas cosas que le pueden decir desde arriba sin tener ninguna iniciativa propia y sin palpar lo que necesita un municipio o un cabildo.

Su salida de Vox no es la primera que se produce en Canarias, la mayoría de los que se van —por no decir todos—, hablan de discrepancias con el partido. ¿Qué ha cambiado en el argumentario de la formación desde que, por ejemplo, usted entró en ella para haber tomado esta decisión? ¿Desde dentro las cosas se ven diferente?

Se ven diferente. Creo que se ha producido una radicalización sobre todo en las formas. Estoy totalmente de acuerdo con los principios que tenía el partido y así los he defendido, pero el tema de intentar ser más radical a la hora de hablar en los medios y en los plenos no lo comparto. Tienes que guardar el respeto, intentar ser mucho más agresivo en la defensa de un tema no te da la razón.

¿Usted ha tenido otro talante?

En el caso de Fuerteventura, conseguí que en un solar se produjera el desalojo de menores no acompañados. Pero no porque yo tuviera una obsesión en contra de ellos, sino por otro tipo de argumentos, se explicó e incluso acabó aprobado por unanimidad. Parece que eso le duele al partido, una persona que saque todas sus propuestas por unanimidad.

Miguel Rastrero, exmiembro de Vox / CEDIDA
Miguel Rastrero, exmiembro de Vox / CEDIDA

¿Esa era la dinámica?

Todas [esas ideas] estaban en el proyecto en el proyecto electoral de Vox. Se presentaron y fueron firmadas por la ejecutiva nacional. Me sorprende que luego moleste que se aprueben por unanimidad y en eso estoy muy dolido. Es cuestión de explicar las cosas, de tratar de ser elegante y constructivo.

El detonante para irse, según ha explicado usted, parte de que Vox lo presionó para votar a favor de extraer tierras raras en Fuerteventura. Aunque escuchándolo en esta entrevista, ¿fue la gota que colmó el vaso después de mucho tiempo aguantando otras cuestiones? Lo habitual es que haya disciplina de partido.

Sí, unas cuestiones que no eran ideológicas para nada, se trató de un abandono absoluto de la organización en Fuerteventura. Cuando ciertas personas que están en la ejecutiva se dan cuenta de que otros van creciendo empiezan las zancadillas. E insisto, yo no quería crecer, sino que lo hiciera el partido para que tuviera una buena implantación insular.

¿Se sobrepasaron límites?

Cuando llega una campaña electoral no te dan ni un solo euro, te cierran las sedes argumentando que hay poco dinero y cuando hablas con la [dirección] nacional te responden: "Yo en mi vida he dicho que no haya dinero para la sede, al revés, quiero que se mantenga”. Creo que los que no han mirado por el partido, sino por sus intereses personales, ha sido la propia ejecutiva.

¿Usted cree?

Si tú tienes una progresión tremenda en Fuerteventura no puedes cerrar la sede de la noche a la mañana. Y mucho menos decirle a los afiliados que la vas a abrir después del verano y ocho meses después [con el edificio aún cerrado] cuando pides explicaciones te contestan: “Bueno, es que no sé si merece mucho la pena tener una sede en la Isla”.

El diputado de Vox Nicasio Galván. RAMÓN DE LA ROCHA EFE
El diputado de Vox Nicasio Galván. RAMÓN DE LA ROCHA EFE

¿Qué me dice sobre lo ocurrido con la votación sobre las tierras raras?

Es un tema de desorganización y descoordinación absoluta por parte de la ejecutiva provincial. Cuando fui a votar el tema de las tierras raras me puse a disposición del partido. Pregunté al presidente provincial y portavoz en el parlamento [Nicasio Galván] qué debía votar. Al principio me dijo que no lo tenía claro y qué le preguntara al intendente municipal.

¿Y qué pasó?

El responsable municipal no me contestó y dije: "Mira, yo tengo una profesión que es ser piloto, tengo un vuelo a México y necesito prepararme qué es lo que vamos a decir”. Llegó el día de la votación y no tenía aún ninguna respuesta por parte del partido. Entonces decidí votar lo que yo pienso.

¿Qué es?

Pues hombre, una cosa es que yo quiera diversificar la economía de la isla y otra que una vez que se han dado los informes de la particularidad de Fuerteventura por el viento, la orografía y que vivimos del turismo, se sepa que puede ser perjudicial. A partir de ahí tomo la decisión de votar en contra de las prospecciones de tierras raras.

¿Cuál fue la consecuencia?

20 días después se produce la misma votación en el Parlamento y ahí resulta que ya le entran las prisas porque hay que hacer sí o sí unas prospecciones en Fuerteventura. Como habíamos tenido ya una votación para la que a mí no me habían dado un criterio claro y yo había votado en contra, querían que yo saliera a los medios a decir que me había equivoca.

Miguel Rastrero, exmiembro de Vox / CEDIDA
Miguel Rastrero, exmiembro de Vox / CEDIDA

¿Valoró hacer caso a esas directrices?

Yo tengo un poquitín de dignidad, lo estudié muy bien y tampoco merezco que se me pueda despreciar de esa manera. A partir de ahí el comité ejecutivo provincial decidió iniciar un expediente sancionador contra mí por no haber acatado la orden de recular. En ese momento me di cuenta de que no tenía cabida en esta organización.

¿Esos bandazos benefician al partido? ¿Vox tiene un proyecto para Canarias real y consolidado?

Pues yo creo que no, es todo improvisación. Es verdad que muchas cosas vienen impuestas desde Madrid, pero luego es verdad que no hay cercanía. Normalmente los parlamentarios canarios de Vox han estado totalmente apartados de los concejales. No había ninguna comunicación. Muchas veces he intentado llamar al propio presidente y portavoz y no me coge el teléfono. Porque no nos olvidemos, Canarias tiene una especial singularidad que no tienen otras comunidades.

¿A qué se refiere?

Son siete islas, ocho si consideramos La Graciosa, aunque no tiene entidad política, sino que depende del Ayuntamiento de Teguise. Cada una tiene su realidad y cuando tú estás en el parlamento tienes que coger al único cargo de Fuerteventura y preguntarle: "Oye, cuéntame, ¿qué problemas hay allí?". Una sincronización que no ha existido.

¿Se siente parte del problema?

Yo tengo la conciencia muy tranquila. No he parado de trabajar, dono todo lo que cobro, nadie puede pensar que estoy ahí por dinero. Me ha dolido en el alma tener que llegar a este punto por un desajuste de coordinación y esta manera de tratar a sus concejales y a su gente. 

Nicasio Galván (Vox) en el Parlamento de Canarias. / EUROPAPRESS
Nicasio Galván (Vox) en el Parlamento de Canarias. / EUROPAPRESS

El partido le ha puesto un expediente disciplinario para expulsarlo por diferencias de opinión. A Vox se le ha señalado en múltiples ocasiones por falta de democracia interna. ¿Tiene esa misma carencia aquí en las Islas?

Para la elección del presidente nacional sí existe una asamblea con unas elecciones, pero en el 2022 se decidió cambiar los estatutos para que los presidentes provinciales se eligieran por parte del comité ejecutivo nacional, es decir, ‘a dedo’. Por eso el otro día me sorprendió que el presidente provincial de Las Palmas dijera que ha sido reelegido democráticamente.

¿No fue así?

No, ha sido elegido por el Comité Ejecutivo Nacional, que son 10 personas que están en Madrid y decidieron que él fuera el presidente provincial. La democracia interna a nivel territorial no existe para nada. Se impone.

¿Al partido le ha faltado hacer un mejor análisis sociológico de Canarias? Quizás aquí su discurso antiinmigración y su patriotismo no cala de la misma manera que en otras comunidades.

Creo que las cosas hay que explicarlas porque mi discurso, por ejemplo, en contra de la inmigración desordenada, más que ilegal, ha sido muy claro y la gente lo ha entendido. Más que el fondo nos han fallado las formas.

¿Tienen un discurso demasiado duro?

Ha habido personas que han pensado que diciendo las cosas con más fuerza y más radicalidad, vamos a tener un mejor resultado y es al contrario. Estoy convencido de que en el fondo todos los partidos quieren lo mismo. Nosotros queremos una inmigración controlada.

A mí como piloto me parece injusto que yo, por ejemplo, estoy todo el día mandando inadmitidos y deportados a Colombia, Perú o México por no tener la documentación y resulta que después no controlamos a quienes entran por otros métodos. Sobre todo para asegurarnos de quién está entrando, a qué y por qué. Pero no hay que intentar hacer una causa bélica de esto, me parece ridículo.

Miguel Rastrero, concejal de Vox en Puerto del Rosario que ha dimitido y pasará al grupo mixto./ CEDIDA
Miguel Rastrero, concejal de Vox en Puerto del Rosario que ha dimitido y pasará al grupo mixto./ CEDIDA

A Vox se le ha acusado de ser racista, machista y homófobo. Usted que conoce la organización desde dentro, ¿cree que es así?

No, para nada. Tengo que decir que racistas, machistas y homófobos hay en todos los partidos, no solamente en Vox. Siempre hay un porcentaje de personas que lo es y contra esa gente no puedes luchar. Pero la base de Vox es justo al contrario, no son para nada de esa manera.

¿De verdad?

Creo que ese partido, aunque se ha radicalizado últimamente, jamás ha sido homófobo. Lo que pasa es que tú tienes que explicar las cosas. Yo no tengo ningún problema en absoluto con la identidad sexual de cada uno, todo el mundo puede elegir con quién pasa sus días, con quién mantiene relaciones sexuales, con quién vive y qué es lo que se siente. Yo estoy totalmente de acuerdo.

¿Entonces qué hay que explicar?

A veces bajo ese paraguas hay organizaciones que se aprovechan de unas subvenciones que no están justificadas. Yo tengo muchísimos amigos gays y no tengo ningún problema con ellos. Además, en Fuerteventura lo pude demostrar. Ayer [este lunes para el lector] muchos homosexuales me llamaron para decirme: "Miguel, estamos contigo". Y dentro de Vox hay muchos homosexuales declarados, no pasa absolutamente nada. 

¿Llegó a sentir miedo ante posibles represalias del partido?

Miedo físico por supuesto que no, pero sí es verdad que ha habido momentos en los que he pasado mucha angustia porque las formas no han sido las adecuadas. Cuando tú no hacías exactamente lo que querían, te mandaban un mensaje intimidatorio. Me decían cosas como: "Miguel, esto es muy grave, no me has cogido el teléfono". Y tú dices: "Joder, estoy volando rumbo a México".

¿Lo presionaron para otras cuestiones?

Nosotros tenemos asignaciones que son para gastos municipales. Tú ahí puedes meter la compra de un ordenador, un curso o un informe jurídico. Ellos querían que firmaras un convenio de colaboración para darle al partido alrededor del 70%. Era simplemente para funcionamiento interno del partido. Yo de mis asignaciones no había gastado ni un euro.

¿No es contradictorio con el programa electoral de Vox?

Si yo lo primero que hice cuando llegué al Ayuntamiento de Puerto del Rosario fue presentar una enmienda a los presupuestos para poner a cero las asignaciones de los grupos políticos porque lo llevamos en nuestro programa electoral, luego no me las puedes exigir para el funcionamiento del partido. Estamos engañando a los ciudadanos.

¿Usted nunca se lo afeó?

Les dije que eso era ilegal. Como insistieron de manera intimidatoria anuncié que iba a renunciar a mis asignaciones. Me dijeron que me estaba cargando el partido, me lo prohibieron taxativamente por escrito.

¿Se ha quitado un peso de encima?

Total y absolutamente. Además, sobre lo de entregar el acta, llegó un momento en el que dije: "Mira, se acabó, esto ha sido una incursión en la política y me voy a mi casa". Pero luego veía que hacía más daño porque la número dos me pidió que me quedara al llevar ya dos años.

¿Había que seguir?

He aprendido muchísimo, estoy superintegrado en la actividad municipal, creo que tengo ya algunos conocimientos consolidados y lo mejor ahora mismo para los ciudadanos de Puerto Rosario es que termine en este mandato como concejal y luego ya veremos.