Los 10 de Tuvigú: Las cualidades de una buena actitud

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Tanto tú como nosotros sabemos que para que tu proyecto salga como esperas necesitas, además de tener muy claro lo que quieres, una actitud que lo haga posible. Te desglosamos las que creemos que son las principales cualidades de un emprendedor con actitud:

  1. Diálogo:
Lo hemos oído mil veces: “hablando se entiende a la gente”, pero ¿Cuántas veces somos capaces de decir que tenemos un diálogo activo y constante?
  1. Proactividad:
Cuando quieres que algo pase tienes que ir a por ello, por ese mismo motivo tienes que dejar cualquier tipo de distracción a un lado y poner todo de tu parte para que suceda. 
  1. Compromiso:
Cuando te lanzas hacia un proyecto, sabes que hay cosas a las que vas a tener que renunciar ya que otras te van a necesitar. Comprométete con el objetivo y vete hacia él.
  1. Empatía:
Como habilidad de ponerse en el lugar de otra persona para actuar de forma solidaria…
  1. Disponibilidad:
Si te involucras en el proyecto que estás soñando, hay que estar dispuesto a sacarlo por mucho esfuerzo que cueste, verás que cuando mires atrás y hagas balance este va a ser uno de los aspectos que más te habrá ayudado.
  1. Ilusión:
La ilusión creemos que está infravalorada, porque muchos momentos de incertidumbre se pueden sobrellevar gracias a las ganas de sacar las respuestas necesarias. Este es el origen de muchas soluciones. 
  1. Disfruta:
No queremos que el comienzo de tus sueños lo vivas como una lista de obligaciones que tienes que cumplir, porque creemos que cada uno de estos puntos los has de disfrutar como un paso más en el camino hacia lo que llevas esperando. Verás que así el resultado es el doble de satisfactorio.
  1. No todo es el dinero:
Por supuesto, si estás pensando en lanzarte a crear un proyecto el dinero juega un papel necesario pero analiza cada uno de los aspectos del día a día y dales la importancia que se merecen. A veces, también se puede invertir tiempo…
  1. Aquí y ahora:
Cualquier cosa que pueda ser importante para ti dale un ratito de tu tiempo, pero no esperes a que deje de ser importante…
  1. Echa la vista atrás:
A medida que vayas logrando tus objetivos vete analizando cómo ha sido la evolución desde que tan solo eras un soñador hasta el punto en el que te encuentras, esos logros serán los que te harán caminar sin miedo hacia el futuro.