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Los pies también necesitan hidratación y protección solar

Elegir un buen calzado y seguir unas mínimas pautas de higiene son condición indispensable para evitar lesiones u otras patologías durante el verano

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La elección de los zapatos influye en la salud de los pies / PEXELS
La elección de los zapatos influye en la salud de los pies / PEXELS

Cuando llega el verano y las altas temperaturas, las botas y los zapatos cerrados se quedan encerrados en el armario, las sandalias vuelven a la calle y los pies ganan frescor. Pero, cuidado, hay que estar alerta.

Al igual que con el resto del cuerpo, con los pies hay que seguir unas pautas mínimas de higiene, hidratarlos a diario y protegerlos del sol. Y, sobre todo, es muy importante elegir un calzado adecuado para prevenir lesiones.

Productos hidratantes

La hidratación diaria con productos específicos es fundamental. “Mientras que la piel del dorso del pie es similar a la del resto del cuerpo, la de la planta es más espesa y resistente. Esta particularidad hace que debamos utilizar productos específicos para su cuidado”, apunta la podóloga de Quirónsalud Tenerife, Beatriz Torcida.

La especialista recalca que lo mejor para los periodos de calor son las cremas hidratantes con urea; pues ayudan a evitar las grietas, sobre todo en las zonas más secas como los talones. Al ser un queratolítico, la urea contribuye a que la piel que necesita renovarse se desprenda lo que hace que la hidratación sea más eficiente.

Secos y protegidos del sol

Tras la ducha y antes de la hidratación es muy importante secar bien los pies, sobre todo entre los dedos, para evitar que la humedad favorezca la aparición de hongos. En el caso de que se hinchen los pies por el calor, se aconseja descanso y duchas frías.

Otro aspecto fundamental referente al cuidado de los pies es mantenerlos protegidos del sol. “Es común que se aplique la crema fotoprotectora sólo hasta el tobillo olvidando los pies, sin tener en cuenta que los empeines, que están en línea perpendicular con los rayos del sol, son muy propensos a sufrir quemaduras”, apunta la podóloga de Quirónsalud Tenerife.

El mejor calzado

Sobre el calzado más adecuado, la doctora Torcida recomienda unos zapatos transpirables, para evitar el exceso de sudoración, y con una buena sujeción, especialmente en el tobillo y talón. “Debe tener una suela de entre 2 y 5 centímetros y que proteja la planta de los pies con un material blando y cómodo, pero rígido a la flexión. Así favorecerá un movimiento relajado del pie en balancín en cada paso”, asegura.

La especialista desaconseja usar chanclas de forma habitual. En su opinión profesional, sólo son aconsejables en las zonas comunes de baño para evitar infecciones. “Este tipo de calzado empeora ciertas lesiones como la fascitis, los esguinces o las metatarsalgias”, asegura la experta de Quirónsalud, quien añade que en el caso de utilizar zapatos cerrados “es imprescindible acompañarlos con el uso de calcetines de materiales naturales, como el algodón o el hilo, que ayudan a la termorregulación del pie”.

Visita al podólogo

Beatriz Torcida hace especial énfasis en los cuidados que requieren las personas con diabetes, puesto que una de las consecuencias de su enfermedad es que pierden sensibilidad en los pies. A este colectivo les aconseja estar especialmente atentos, pues, sin darse cuenta, pueden sufrir rozaduras o heridas y su detección temprana es vital para evitar la aparición de úlceras más complicadas de curar.

Por último, la especialista recomienda la visita al podólogo si se observa algún problema en los pies como picor constante, amarilleamiento o engrosamiento de las uñas o dolor para evitar propagar un contagio, en caso de hongos, o que empeore alguna otra patología.

“El podólogo aplicará el tratamiento adecuado en función del problema de que se trate, ya sea técnicas de quiropodia para callos y durezas; productos antitranspirantes para combatir el exceso de sudoración y el mal olor de los pies; o plantillas que ayuden a atenuar la deformidad y el dolor”, concluye.