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Un hombre se queja de dolor en el hombro / QUIRÓNSALUD

Así puedes evitar que una tendinitis de hombro se convierta en un problema crónico

El hombro, una de las articulaciones más móviles del cuerpo, es esencial en actividades diarias y deportivas, pero su compleja estructura lo hace propenso a lesiones que pueden limitar su funcionalidad

Fernando Baquero

El hombro es una de las articulaciones más complejas y móviles del cuerpo humano, lo que le permite una amplia variedad de movimientos en múltiples direcciones. Esta capacidad de movimiento se debe a su estructura anatómica, en la que participan huesos, músculos, tendones y ligamentos que trabajan de manera coordinada.

Sin embargo, esta gran movilidad también lo convierte en una de las articulaciones más susceptibles a lesiones, especialmente cuando se somete a movimientos repetitivos, cargas excesivas o posturas inadecuadas durante periodos prolongados.

¿Cómo se produce?

Una de las afecciones más frecuentes asociadas a esta articulación es la tendinitis de hombro, una inflamación de los tendones que puede causar dolor, rigidez y una disminución significativa en el rango de movimiento.

“Las tendinitis del hombro son inflamaciones de los tendones que se provocan, sobre todo, al elevar el brazo”, señala el doctor Juan Carlos Gómez Castilla, traumatólogo del Hospital Quirónsalud Costa Adeje. Esta patología suele estar relacionada con movimientos repetitivos o mantenidos en el tiempo por encima de la cabeza, lo que genera un desgaste progresivo de los tendones del manguito rotador.

¿Qué tipo de personas la sufre más?

Esta condición suele desarrollarse gradualmente y afecta con mayor frecuencia a personas que realizan trabajos físicos exigentes, como obreros, mecánicos o peluqueros, así como a deportistas que practican disciplinas que implican movimientos repetitivos del brazo, como el tenis, la natación o el levantamiento de pesas. Si no se trata adecuadamente, la tendinitis puede volverse crónica y limitar seriamente la calidad de vida del paciente, interfiriendo incluso en actividades cotidianas como vestirse o levantar objetos livianos.

“Se dan sobre todo en trabajos donde se tiene que mantener el brazo elevado durante bastante tiempo, o incluso en deportistas de élite, como los jugadores de tenis, pádel, béisbol y deportes similares”, detalla el especialista. Este grupo de pacientes es especialmente propenso a sufrir lesiones por sobreuso, debido a la exigencia constante que estas disciplinas imponen sobre el hombro.

Tratamiento según el grado de lesión

El abordaje terapéutico varía en función de la gravedad del cuadro. En sus fases iniciales, la tendinitis puede tratarse con reposo relativo y antiinflamatorios. “En las fases más moderadas, se suele recurrir a la fisioterapia, que incluye técnicas como la electroterapia, la crioterapia (uso terapéutico del frío) y los ultrasonidos, con el objetivo de reducir la inflamación y mejorar la movilidad”, explica el doctor Gómez Castilla.

Cuando el daño es más severo y no responde a los tratamientos conservadores, puede ser necesario recurrir a la cirugía mínimamente invasiva. “En casos más graves se realiza la artroscopia de hombro para tratar las lesiones de los tendones”, indica el traumatólogo.

La importancia de la prevención

La tendinitis de hombro no tiene por qué ser un problema crónico si se detecta a tiempo y se maneja de manera adecuada. Como en muchas dolencias musculoesqueléticas, la prevención juega un papel clave. Evitar sobrecargas innecesarias, además de no tener demasiado tiempo el brazo elevado y seguir una rutina de cuidados básicos son recomendaciones que pueden ayudar a evitar lesiones.

Además, en el ámbito deportivo, el traumatólogo de Quirónsalud insiste en la necesidad de realizar una buena preparación física: “Se les comenta sobre todo a deportistas de élite que calienten antes de empezar el ejercicio, que potencien la musculatura durante la práctica y que, al finalizar, realicen estiramientos adecuados”, concluye.