Unos cascotes se han desprendido de un balcón en un edificio de cuatro plantas de la calle Puerto Escondido, en el centro de Santa Cruz, durante la mañana de este miércoles. 

Las piedras, más o menos del tamaño de una mano, han caído a la acera en una zona que suele estar bastante concurrida. Aunque que el suceso haya tenido lugar esta semana y no la anterior puede considerarse una suerte, porque ha encontrado cerrado definitivamente el bar Puerto Escondido, justo debajo del balcón, en cuya puerta se agolpaban hasta la semana pasada multitud de personas cada mañana esperando ser atendidas o pagar su desayuno. 

A la zona han acudido efectivos de Bomberos de Tenerife y de la Policía Local de Santa Cruz que han precintado primero y vallado después la parte de acera sobre la que podrían caer más cascotes.