La Dirección General de Emergencias del Gobierno de Canarias está preocupada porque Sampol ha presentado un proyecto para instalar una central energética antiapagones en el puerto de Santa Cruz de Tenerife y "no se ha valorado la posible presencia, dentro de la zona industrial en que se enmarca el proyecto, de otras instalaciones que, en caso de accidente, pudieran producir un efecto dominó, multiplicando las consecuencias de un accidente grave".
La planta ocupará 5.747 metros cuadrados en la dársena pesquera y estará compuesta de diez grupos electrógenos que funcionarán con diésel para generar combinadamente 18 megavatios. Para abastecer a la planta, se instalarán cuatro depósitos de fueloil de 100 metros cúbicos cada uno, lo que suma un total de 400.000 litros de combustible.
El problema es que el Documento Ambiental del proyecto, según subraya Emergencias, clasifica los riesgos asociados al transporte y almacenaje de fueloil para el funcionamiento de la central como "poco probables", y sus efectos como "poco apreciables" considerados de manera individual, pero no ha evaluado la posibilidad de que se produzca un accidente en cadena.
Efectos sobre Disa y Cepsa
Emergencias subraya que "hay que valorar la presencia, a unos 1.500 metros en línea recta, de una instalación de riesgo químico de nivel superior, como es la instalación de Cepsa en el Dique del Este, y los posibles efectos recíprocos que podría tener un accidente en cualquiera de estas instalaciones".
La dirección general ha solicitado que Sampol incluya en el Documento Ambiental del proyecto una valoración de los posibles efectos que un accidente en la planta podría tener sobre las instalaciones industriales cercanas y, al contrario, qué efectos podría tener sobre la planta generadora un accidente en las instalaciones próximas a ella.
Otro de los interesados en que esto se cumpla, según subraya Emergencias, es la petrolera Disa, que también tiene instalaciones sensibles en el Dique del Este y necesitará actualizar su plan de autoprotección.
Centrales antiapagones
El proyecto del puerto de Santa Cruz forma parte de un paquete de actuaciones impulsadas por el Gobierno de Canarias y el Estado para reforzar la seguridad energética del archipiélago ante el déficit estructural de generación y la fragilidad del sistema eléctrico insular.
El propio Gobierno canario ha reconocido en sus resoluciones que las islas sufren una "situación de precariedad" que compromete la cobertura de la demanda y que obliga a instalar potencia gestionable de carácter temporal y de emergencia mientras se ejecutan los refuerzos definitivos de la red.
Otras centrales en Tenerife
Tanto Sampol como Disa han sido designadas para poner en marcha diversas plantas modulares de grupos electrógenos en puntos estratégicos de Canarias. Estas instalaciones —que funcionan con diésel o fueloil y están diseñadas para operar de forma puntual en situaciones críticas— se han desplegado en varias islas como solución de choque para evitar apagones generalizados cuando fallan centrales convencionales o cuando la demanda supera la capacidad disponible.
Las otras tres plantas antiapagones de Tenerife se localizarán en el polígono industrial de La Campana, en Granadilla y otras dos en el polígono industrial de La Gañanía, en Los Realejos.