Fran Conde comenzó su trayectoria en el mundo de las murgas a la temprana edad de cinco años, en la murga infantil Los Bambas. Con el paso del tiempo, alrededor de los 15 o 16 años, asumió el rol de director de la murga, dedicándose a esta labor durante varios años. Durante más de dos décadas, su vida estuvo profundamente ligada a Los Bambas, donde se formó y desarrolló su pasión por el carnaval.

Después de esta etapa, Fran se unió a la murga Desinquietos, donde permaneció durante algunos años. Sin embargo, llegó un momento en el que decidió alejarse del carnaval para centrarse en su futuro profesional y en su carrera. Su dedicación se enfocó en el ámbito de la electricidad y la electrónica naval, así como en el trabajo relacionado con motores y embarcaciones de diversos tipos.

Con el tiempo, su sobrino, que formaba parte de la murga Retorciditos, le pidió ayuda, lo que llevó a Fran a regresar al carnaval. Este año, la murga celebra su 15 aniversario, marcando un nuevo hito en la trayectoria de Fran en el mundo de las murgas.

Pregunta: ¿Cómo fue el inicio de Retorciditos?

Respuesta: Sí, sí, parece que fue el otro día cuando decidimos. Hombre, sí es cierto, el primer año con un grupo de madres y después me llamaron a mí. Llevamos participando en el carnaval de Santa Cruz 12  años, y en 12  años hemos cogido 10 premios. ¿Qué más se puede pedir?

¿Cómo ves a Retorciditos 2025?

Hombre, muy bien. Este año estamos más infantiles que nunca. Tuvimos un cambio generacional bastante fuerte. Pero bueno, creo que es algo por lo que pasan todas las murgas. A nosotros ya nos tocó también un año. Hacía de esto bastante. Pero bien, bien, bien. Retorcitos 2025. Nuestro estilo, tanto en presentación como en interpretación. Con las letras de Sebid, en montaje musical con Lolo. Y encima este año también Amanda ha llevado todo el tema de los ensayos musicalmente. Seguimos nuestra línea. Pero eso sí, más infantiles que nunca. Este año la gran mayoría son pequeños. Pero pequeños a los que les hemos dado mucho, mucho protagonismo. Y que en ocasiones te pueden hasta sorprender. Decir: "Oye, cuando tú piensas que son los grandes los que tiran del carro, en esta ocasión son los pequeños".

¿Retorcitos va a seguir apostando, como siempre, por esas fantasías que año tras año nos dejan con la boca abierta?

Eso puede grabarlo con letras de oro. Nosotros, nuestro estilo, no lo vamos a cambiar. En estos últimos años ha habido jurados que no han querido valorarlo, no han sabido. O simplemente no les han gustado nuestras fantasías. Y bueno, también es un concurso, ¿no? Y tienes que adaptarte a ese jurado. ¿No gustó? Pues bueno. Lo mejor de todo esto es que cada año aprendes más. Y cada año intentas superarte a ti mismo. Pero bueno, seguimos con nuestro estilo, nuestra manera. Somos de disfraces. Bueno, mi hija y yo, que somos... mi hija dándole a la mentalidad y yo dándole a la vida, como quien dice. Y entre los dos igual, ¿no? No somos profesionales. Somos simplemente padre e hija que amamos el carnaval. Nos ha ido bien y vamos a seguir igual, no vamos a cambiar.

¿Cuál es el sentimiento que recibes del público durante las actuaciones?

El año pasado tuvimos unas 40 actuaciones. Nos recorrimos toda la isla, un montón de municipios, nos llamaron de un muchos sitios. Pero la gente en la calle es la que te da el premio de tu fantasía. Y el éxito está ahí. Cuando tú enfilas Ramón y Cajal, como quien dice. Y la Avenida, la Rambla. Y ves que tuvo acción. Desde el principio hasta el final. Y le dices a la gente que no tienes premio y no se lo creen. Pero bueno, yo le digo: "Sí, sí, el premio lo tengo". Y el premio es lo que estoy viviendo ahora mismo en la calle. Porque la gente en ocasiones te lleva en volandas. Y eso es muy bonito.

Por lo que podemos desprender de tus palabras, ¿crees que en muchos años las fantasías de Retorciditos han sido mal valoradas o poco valoradas?

Tú miras por tu fantasía. No puede ser imparcial. Sinceramente, he llegado a la conclusión de que hay que aceptar lo que venga. Porque tú te apuntas a un concurso. Y el concurso puede ser bueno o puede ser malo, de cara a ti. Entonces, yendo con esa filosofía y inculcándole a los niños de que vamos a pasar lo genial, no lo siguiente, con nuestras fantasías y nuestras interpretaciones. Y con eso te quedas. Yo creo, sinceramente, en la profesionalidad de esas personas. No creo que nadie diga, bueno, pues esta fantasía tiene una cosa o tiene la otra. Yo creo que sí, quizás lo que ha faltado un poco es... al final, el carnaval no es telas e hilos solo. El carnaval es una ilusión, es una fantasía. El carnaval es un disfraz. Yo te pregunto qué es carnaval o qué es disfraz. Y creo que los términos pueden ser muy largos. Muy, muy largos. Porque tan bonito es el que se disfraza de butanero, como el que va en una avioneta, como el que va en un taxi.

 Este año tenemos un concurso de Murgas Infantiles con cambios. ¿Qué te parecen estos cambios a ti?

Fantástico, vamos a ver. Hay que valorar por el espectáculo. Hombre, también hay que pensar en el jurado. A ver de qué manera ellos van a tomar tantas horas ahí sentados. No es lo mismo ver cinco o seis Murgas que ver ocho. Creo que tenemos una fase de ocho y otra de siete, si no me equivoco. Normalmente era una pena porque los jueves nunca había nadie. Los jueves le cantabas a tu afición y a la silla. Los viernes, un poquito mejor y el éxito siempre estaba el sábado. Incluso, muchas veces, los premios salían de los sábados porque la expectación es hasta diferente. Pero bueno, también es cierto que si tú vas preparado y haces una buena actuación, da igual que cantes el lunes, martes, miércoles, cantes cuando cantes, que si vas preparado, el trabajo se ve. Donde hay que hablar sobre el escenario. Y eso es lo más importante. Y que tengamos un concurso gratuito, ya era hora.

¿Crees que el precio de las entradas era un impedimento para que la gente asistiera a ver a las murgas infantiles?

Hombre, sí, vamos a ver. Me imagino que la página cobrarán por sacar las entradas, aunque sea unos céntimos. Pero está claro que el concurso de murgas infantiles está muriendo. Yo me acuerdo, hace diez años éramos 24 murgas infantiles. Ahora somos 15. Y el próximo año faltarán murgas, segurísimo. En vez de ir a más, vamos a menos. O hay que reinventarse, o hay que buscar soluciones. El tema de ponerlo gratuito es genial. Pero bueno, también hay que ser responsables los adultos y decir: "Oye, vamos a ver a los niños".

¿Qué significan Fran Conde y Amanda Conde en Retorciditos?

Pues lo mejor que tiene Retorciditos. Retorciditos es una familia, es un grupo humano. Somos uno más. Amanda pone su esencia. Tiene una personalidad muy grande sobre un escenario. Tiene una planta que te hace estar pendiente y que, a lo mejor, ella solita ha ido ganando en otros años. Y está su padre detrás también. Y Fran Conde en Retorciditos, lo mejor que tiene es que intento ser como las murgas de antaño. De hacer grupo, de hacer familia. Yo, llegar a la murga a ver un padre, un hijo y una madre, ahí, ayudando... El niño con su pistola de silicona en ocasiones, la madre con la costura. Y así un par de familias que están ahí. O unos que ayudan directamente o indirectamente. Pero yo siempre, siempre, siempre he tenido muy claro que lo importante es que seamos uno. Sí, al final tiene que haber un capitán en el barco. Pero un capitán que tenga muy buena mano derecha e izquierda, y que haga piña. Eso es lo principal. Porque si no, esto no funciona. Aquí venimos por hobby. Aquí no es un trabajo ni nada. Entonces, cuanto más a gusto estemos, mejor.

Y por último, Fran, ¿qué objetivo se marca Retorciditos en el próximo 2025?

Mi objetivo es buscar siempre la sonrisa de los niños. Siempre. Ellos están muy expectantes a nuestra fantasía. Desde que ellos la conocen, los ves con un desparpajo y una alegría increíble. Llega el día del concurso e incluso tú nos habrás visto. Con premio, sin premio, brincamos, saltamos. Nos ponemos a cantar por fuera del recinto. Nos ponemos a cantar allí fuera con murgas. Con premio y sin premio. Lo hemos hecho todos estos últimos años. Hemos tenido siempre la misma actitud. ¿Por qué? Porque al final es un logro llegar hasta ahí. Es un logro sacar fantasías, interpretación. Y después en la calle. En la calle, que yo a día de hoy ya tenga un montón de actuaciones contratadas quiere decir que Retorciditos ha hecho algo bien. Incluso fuera de Granadilla y de Santa Cruz. Y bueno, seguimos en esa línea que es lo más importante. Haciendo grupos, familia y que el objetivo, te repito, es que esa sonrisa y esa alegría que tienen los niños en su cara se refleje en cada actuación y en cada film. Y bueno.