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Documentos del primer proyecto de la Plaza de Toros de Santa Cruz. Beatriz de Vera AH (1)

La no vida de un mamotreto: cronología de la intervención en la Plaza de Toros de Santa Cruz

Más de 30 años de diseñar proyectos para nuevos usos del emblemático inmueble, y tirarlos a la basura. Ahora, estos tiras y aflojas podrían estar a punto de terminar

En 1992 estaban a punto de hacerse 100 años de la inauguración de la Plaza de Toros de Santa Cruz, el 30 de abril de 1893, como parte del programa de las Fiestas de Mayo y con la actuación de los toreros Luis Mazzantini y Antonio Moreno Lagartijillo. 

La plaza fue proyectada por el arquitecto Antonio Pintor, y estuvo cumpliendo su cometido desde aquella tarde del 93 hasta que, tras caer en desuso esa tradición en Canarias, jaleada por lo difícil (y caro) que es mover toros desde el resto de España, su último espectáculo taurino se celebró en 1984. En 1991 se prohibieron oficialmente las corridas de toros en Canarias.

Pero volvamos a la década de los 90. Entonces el Ayuntamiento había designado al edificio como "un coliseo para usos múltiples", dentro del Plan Especial de Reforma Interior (PERI), con una capacidad para 10.000 personas, donde se celebraron actos como la Gala de elección de la Reina del Carnaval, combates de lucha canaria o boxeo, patinaje sobre hielo o conciertos: quizá recuerdes haber visto allí a artistas como Celia Cruz, Óscar D’León, Manolo García o Joe Cocker

2001: primer proyecto

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) incluía la posibilidad de darle un nuevo uso al suelo sobre el que se encuentra la plaza de toros con muy pocas líneas rojas: entre ellas, no incluir grandes superficies comerciales, solo pequeños comercios, y hacer un uso industrial del terreno. 

Sin embargo, pese a la aparición en el plan general del municipio, hay un fundido a negro desde el 92 hasta 2001, cuando aparece el primer proyecto de restauración de este lugar, ”basando su redacción en la a la ley del suelo de 2000”, según explica Julián Valladares, el arquitecto de este primer proyecto, a Atlántico Hoy

El primer proyecto respetaba “la morfología circular” de la plaza de Toros, pero demolía por completo el edificio y levantaba “dos estructuras semicirculares divididas por un espacio libre verde que ocupaba tanto la arena como las parcelas adyacentes”, apunta. Pero cortaba la parte del círculo que sobresale en la Rambla de tal manera que “los carriles de la rambla no tenían que estrecharse al paso por la plaza de toros”. 

Los dos edificios gemelos albergaban tiendas de pequeño comercio y hostelería, a las que podía accederse desde la plaza y tenía un parking subterráneo de 6.500 metros cuadrados, la totalidad de la finca, "todo de uso público", remarca Valladares. 

2008: la 'Plaza de Todos'

Desde 2001 a 2010, en el que este estudio de arquitectura se retira de la ecuación, hay un salto de nueve años de negociaciones infructuosas que dan lugar a que no se lleve a cabo el proyecto. Mientras tanto, entró a escena la empresa inmobiliaria Alicnur, que en 2006 tenía el 80% del accionariado de la comunidad de bienes y proyectó una nueva idea en la que una parte del recinto se demolía, pero se restauraba otra, y que tamapoco llegó a ningún lugar. 

Pero en esta coyuntura, el consistorio presentó en 2008 un Concurso de Ideas para los nuevos usos de la Plaza de Toros, que contaba con jurado experto y votación popular. El certámen lo ganó por unanimidad (incluso entre ambos jurados) el que llevaba el lema 'Plaza de Todos' diseñado por el estudio de Antonio del Pozo, que pretendía conservar íntegramente la Plaza, pero convirtiéndola en un edificio de doce plantas, con parking subterráneo y con el mantenimiento del coso como plaza, al que se podía acceder desde las Ramblas. 

2013: nuevo Plan general

Damos otro salto por encima de la inacción hasta 2013: la plaza llevaba más de 15 años sin ningún uso, pero el Ayuntamiento acababa de aprobar un nuevo Plan General, que sustituía al de 1992, y, de nuevo, contemplaba la intervención en el inmueble. 

Pero a estas alturas de la película, entró en escena el Cabildo de Tenerife “y el proyecto ganador se quedó metido en una gaveta”, señala el arquitecto. 

2017: Plan Especial del Cabildo

El plan municipal se vio alterado en 2017 cuando la institución insular solicitó ampliar la cobertura del Plan Especial del Conjunto Histórico del Barrio de Los Hoteles-Pino del Oro, para incluir, entre otros elementos, la Plaza de Toros, por considerarlo de interés cultural, lo que implicó reiniciar parte del proceso y someterlo a una nueva evaluación ambiental. 

A partir de entonces ya es imposible “la sustitución”, es decir, demoler y volver a construir como habían poyectado los estudios hata ahora, explica Valladares, así que cualquier nuevo proyecto debe conservar los elementos históricos. 

En 2019, el Gobierno de Canarias aprobó el Documento de Alcance del Estudio Ambiental Estratégico, que impuso la obligación de analizar expresamente la unidad paisajística de la plaza y su entorno, añadiendo requisitos técnicos que han ralentizado la tramitación.

Para Valladares, la clave de tanto retraso es que se trata “de un lugar controvertido políticamente, del que los políticos rehuyen”. Y concluye: “Si hay voluntad política se saca, y si no, no”.

Tiempo y deterioro

Muientras tanto, el edificio ha ido cayendo en un evidente estado de deterioro porque al desuso se une la falta de conservación “y que los materiales con los que se hizo no son los mejores”, apunta Valladares. 

El edificio, como cualquier otro inmueble abandonado, se ha ido volviendo peligroso y, en 2013, la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento obligó a los propietarios a asegurarlo y vaciarlo. En 2016 obligó de nuevo a los dueños a ejecutar obras para garantizar la seguridad

En 2021, los propietarios solicitaron permiso al Cabildo de Tenerife para intervenir en el recinto, con la intención de abrirlo a la ciudad y dotarlo de nuevos usos. La propuesta, otra vez, planteaba habilitar locales comerciales y de restauración en el interior del inmueble pero, esta vez, manteniendo la estructura original

2025: PAMU

Y así llegamos a 2025. Los dueños han vuelto a unirse para impulsar un Plan de Actuación del Medio Urbano (PAMU). Es la herramienta urbanística que los propietarios de la Plaza de Toros de Santa Cruz se están planteando utilizar para ir adelantando trabajo de cara a una reconversión del edificio para un uso comercial, en el tiempo que el Ayuntamiento tarde en acabar el Plan Especial del Conjunto Histórico del Barrio de Los Hoteles-Pino del Oro.

Es la principal novedad que se ha conocido tras la reunión mantenida este lunes en el ayuntamiento entre la Concejalía de Urbanismo, alcaldía y los propietarios de la plaza. En dicho encuentro, los dueños han dado a conocer al consistorio el acuerdo al que han llegado con el área de Patrimonio del Cabildo de Tenerife para poder actuar sobre la plaza respetando su condición de bien protegido.