“¿Cuántas vidas más?”, pregunta Mari Guanche, presidenta de la Asociación de Vecinos 8 de Marzo, de Añaza, al hacer referencia al desgraciado suceso en el que una menor de solo 13 años ha perdido la vida al caer en el edificio de Añaza, más conocido como mamotreto.
Destaca la presidenta que, cada vez que pregunta por cuándo se va a ejecutar el derribo del “edificio de la muerte” -como así se empieza a conocer-, la respuesta es la misma: “Este no es un tema político, sino un asunto de ley y la ley no se salta”.
Piden demolición inmediata
Guanche, visiblemente afectada, señala que es inadmisible que el gobierno municipal siga amparándose en el cumplimiento de la ley para derribar el edificio cuando tantas veces, indica, “se la han saltado”.
“Lo prohibido llama, ¡y más a la juventud!”, dice, indicando que “nos hemos saltado leyes para poner un carril bici, para hacer cien mil carreteras y cien mil cosas. ¿Por qué no saltarnos una ley para que se pueda tirar ese edificio y no se cobre una vida más? ¿Por qué no?”.
Referente de la muerte
Añade la presidenta que esta zona de Santa Cruz de Tenerife está cansada de asistir a sucesos tan terribles y relata que, hace unos meses, una joven que, ni siquiera era del barrio, también se quitó la vida en él. “Ya lo tienen como referente de la muerte”, subraya.
Los problemas de salud mental en la población no es algo nuevo ni de lo que no se hable cada vez más. La presidenta reiteró que son muchos los años que llevan esperando a que se elimine este punto de peligro, recordando que, a lo largo de todo este tiempo se ha ido pautando los diferentes procesos, sin que se haya concluido la demolición.
Peligro
“Nos saltamos leyes para lo que queremos, pero no para asuntos que nos están costando vidas”, repite. “Son muchas vidas desde que quedó abandonado”, comenta y recuerda que, hace algunos años, “un niño pequeño que intentaba coger una paloma cayó por el hueco del ascensor” y, otro caso que también afectó mucho fue el de la autolisis de una joven que, “porque el novio la dejó fue directamente y se lanzó”.
“Estamos hablando de muchas muertes, son muchos años”, lamenta Mari Guanche.
Menor de 13 años
Este pasado jueves, 4 de diciembre, una menor de 13 años perdió la vida al precipitarse desde el edificio en el que jugaba con otras amigas. Esta niña es la quinta víctima mortal que se ha producido en esta infraestructura, a pesar de estar vallada.
Según la presidenta de la Asociación las actuaciones que se han llevado a cabo para impedir la entrada de las personas al lugar -sobre todo jóvenes- no son suficientes ya que, a lo largo del vallado existen recovecos y pequeños huecos por los que se adentran.
Investigación policial
“Supuestamente está vallado, tiene cuatro chapas. Desde el principio se pidió algo más contundente, pero no se ha hecho. En un extremo de la valla hay una especie de puertita por la que entran”, manifiesta en declaraciones a Canarias Radio, recogidas por Atlántico Hoy.
Con respecto al fallecimiento de la niña, fuentes policiales confirman que están investigando lo sucedido
Edificio
La mencionada infraestructura lleva abandonada 50 años. El edificio comenzó su construcción en 1973 y quedó paralizado en 1975. Las obras estaban impulsadas por promotores de origen alemán y la idea era levantar un gran hotel de 741 apartamentos con vistas al Atlántico.
Al final, lo que quedó fue un gran bloque en forma de “Y” de 22 pisos, sobre una superficie de 2,350 m2 y con una edificación que supera los 40.000 m2. Lo que prometía ser un lugar exclusivo para turismo acabó siendo un “mamotreto” en el litoral tinerfeño al que llaman “edificio de la muerte”.