La Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) de Santa Cruz de Tenerife abarca actualmente, y desde 2011, el perímetro dibujado por las Avenidas Marítima y Francisco la Roche, Rambla de Santa Cruz  y las  Avenidas de la Asunción y San Sebastián, y permite a los establecimientos comerciales que se encuentren en su interior determinar los días y horas en que permanecerán abiertos al público, así como un horario de cierre una hora más tarde para bares y restaurantes. 

La finalidad de crear esta zona fue “proteger al pequeño comercio frente a los grandes”, cuenta Ruth Dorta, presidenta de la asociación Zona Centro, que agrupa a los pequeños comercios de la zona. Una ventaja que podría perderse si, como no descarta el Ayuntamiento de Santa Cruz, esta zona se ampliase, puesto que podría abarcar también los centros comerciales contra los que se intentaba luchar. 

Pero incluso dentro de estos centros la opinión no es unánime: mientras que el director del Centro Comercial Meridiano contaba a Atlántico Hoy que supondría un beneficio "para toda la ciudad", muchos de los trabajadores de las pequeñas tiendas de este espacio se oponen a un nuevo horario que les obligue a trabajar los domigos, mientras que otros dudan de los beneficios que se obtendrían. 

Incertidumbre

El dueño de Dando la hora, un pequeño puesto de relojes, se debate entre los costes que le supondrían de personal y alquiler abrir más días al año y la incertidumbre de si la facturación sería suficiente para que le saliera rentable. Sin embargo, en lo que se refiere a sus empleados, considera que los domingos "son para estar con la familia, no para estar trabajando. Ya trabajamos de lunes a sábado, ¿qué quieres, añadirle más?".

En un debate similar se encuentra una trabajadora del puesto de dulces Divina Berlina: "Al negocio claro que le vendría bien, siempre y cuando sea verdad que va a venir gente. Como trabajadora es más complicado, porque no es lo mismo un domingo que un día libre entre semana". Aunque añade: "Al final es una cosa que va a pasar en todos lados, nos vamos a tener que adaptar". 

Negativa

"Yo creo que el domingo es el día del descanso bueno", dice una trabajadora de un negocio que prefiere no nombrar: "En el sur se abre todos los días y hay demasiados turistas en el sur por eso mismo. Para mí no sería buena idea abrir todos los días", añade. En la misma situación se encuentran los trabajadores de otra tienda de complementos: "A la tienda le interesa, a nosotros no". 

Sin embargo, "si lo vemos desde el lado del consumidor sí estaría bien que se abriera los domingos", dice la dependienta de una joyería. Aunque desde el punto de vista, asegura, no es tan fácil: "Aunque generaría que tuviéramos algunas ventajas, como más días libres, también es un poco más explotador, por así decirlo".

No todos los domingos funciona

Además, algunos de los empleados preguntados dudan de que la afluencia prevista para los domingos se cumpla y también de que un aumento de la cantidad de personas visitando el Centro Comercial se traduzca en más ventas: "Se supone que los viernes y los sábados se llena, pero a veces resulta que no se vende", dice una trabajadora de La casa del Panadero.

Afirma que tampoco hay garantía de éxito por abrir un domingo y que, de los que ya se abre, no todos funcionan igual. "El primero de los de Navidad no se vende casi nada, porque la gente se está reservando para los siguientes. Ahora, por ejemplo, notamos que los clientes están esperando a Semana Santa para consumir". 

"También entiendo al turista", continúa, "te pones en sus zapatos y no es agradable venir y que esté todo cerrado. Pero entonces le diría que fueran a sitios naturales, a la playa y no aquí". Y concluye: "No es necesario abrir más domingos, y, como empleada, si el domingo lo trabajas no sientes que has descansado".