“Nosotros lo hemos intentado, no solo ahora, sino desde hace años y no hemos logrado despertar el interés en ningún concesionario”, comenta a Atlántico Hoy el presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Suárez, en relación al silo que ocupa suelo del puerto de Santa Cruz de Tenerife.
Destaca Suárez que en la reunión mantenida con la decana del Colegio Oficial de Arquitectos, María Nieves Febles, y otros arquitectos, se habló de la situación actual del silo y del interés que ha despertado su conservación, exponiendo cada una de las partes la casuística que envuelve al inmueble.
Todo cambia
“Entiendo la demanda del Colegio y ellos entendieron la del puerto de Santa Cruz”, indica el presidente, recordando que el silo corresponde a una edificación de hace 60 años y, en su etapa anterior como responsable de la Autoridad Portuaria, intentó encontrar un concesionario sin éxito.
“Hemos hablado con todos los importadores de grano para ver si querían reutilizarlo, siguiendo la actividad para la que fue construido: almacenaje de grano. Pero todo cambia y también ha cambiado la logística del grano y ya no se utilizan este tipo de silo”, explica.
Suelo portuario
Suárez señala que ya el grano en las Islas llega de otra manera muy diferente a cómo lo hacía en los años 65 del pasado siglo y se almacena de otra manera, con lo que este edificio como silo no se ha podido enfocar para darle utilidad.
Por otro lado, insiste en dejar claro que está ubicado en suelo portuario y que las instalaciones del puerto necesitan espacio, siendo esta la causa que les llevó a plantear su demolición y ganar superficie, matizando que el edificio está en una zona y en un suelo industrial, “lindando con depósitos de combustible por un lado, por otro con una industria química y, por un tercero con una machacadora de cemento”.
Compromiso
“Ese edificio ha estado ahí y hasta ahora nadie se había pronunciado. En este momento que estamos faltos de espacio y decidimos utilizar el terreno, todo son quejas”, comenta el presidente de Puertos de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, añadiendo que, una vez ha oído a los arquitectos, les ha pedido que se comprometan también a buscar a alguien que pueda concesionar el edificio.
El plazo se ha fijado en seis meses para encontrar a alguien que quiera concesionar el edificio y evitar que sea demolido. “Si se logra que alguien lo concesione, nosotros nos plantearíamos otra alternativa, pero yo, por ley, tengo que sacar rendimiento a los espacios públicos portuarios”, subraya.
Entramado industrial
“Alguna institución público o privada que desee reconvertir el edificio y darle uso, será bienvenida”, destaca y añade que la situación del puerto de Santa Cruz no le permite tener parado este suelo mucho más tiempo, “porque la alternativa cero es no hacer nada y esperar que se caiga solo”.
Insiste Pedro Suárez en recordar que este edificio forma parte de un entramado industrial, carece de aparcamientos y está delimitado por la autovía y por la vía de servicio por la que transitan camiones con entrada y salida al puerto.
“Nadie se ha interesado por este edificio y es muy complicado que lo hagan, pero no imposible. Ojalá apareciese un concesionario: yo cumpliría con la legalidad vigente, se le daría utilidad al silo y no tendríamos que gastar todo este dinero (1,5 millones de euros) en demolerlo”, concluye.