La concejalía de Viviendas Municipales de Santa Cruz de Tenerife está inmersa en estos momentos en las obras de más de 1.800 viviendas del municipio que se encuentran dentro de las Áreas de Rehabilitación y Reforma urbana (ARRU), una cartera de proyectos que supera los 50 millones de euros.
El concejal responsable de la empresa pública, Juan José Martínez, ha concretado a Atlántico Hoy que “unas están en fase de redacción, otras pendientes de licitación y otras siendo ejecutadas. El volumen de trabajo es importante, el mayor habido en Viviendas Municipales”, pues, en palabras del concejal, "es uno de los temas más acuciantes para la ciudadanía”.
Además, Viviendas Municipales está impulsando la construcción de vivienda pública con 44 hogares a punto de finalizar en El Tablero y el proyecto trazado para casi 300 viviendas en Cuevas Blancas y María Jiménez, .
Propietarios sin recursos
Este programa permite la rehabilitación de viviendas mediante la cofinanciación en zonas especialmente deterioradas. Se trata de propiedades privadas, mayoritariamente en zonas donde la vivienda ha sido de protección oficial, que requieren de un mantenimiento que sus propietarios no pueden acometer.
"Ahora, tenemos edificios en Miramar, Santa María del Mar, Ofra, Salud Alto… Edificios donde, con una pequeña participación de los vecinos, el 7,5 % del coste, hacemos intervenciones para arreglar los exteriores y zonas comunes que dejamos como un edificio nuevo”, resalta Martínez.
Acuerdo comunitario
La casuística es múltiple cuando Viviendas Municipales pone en marcha este tipo de intervenciones. Así, la interlocución es siempre con la comunidad, “que es la que tiene que tomar los acuerdos y recolectar ese 7,5% de financiación de los vecinos”. Solo se interviene en zonas comunes, ya que “las hay cerradas, con okupas, en situaciones de litigios…”.
Además, el concejal explica que, para poder acceder al programa, la decisión de la comunidad que realiza la petición de acceder al programa, “no tiene que ser unánime” sino un acuerdo mayoritario.
ARRU extremo
Ante la situación de viviendas en situación de ruina y abandono en distintos puntos del municipio, el concejal aclara que no pueden intervenir si no se encuentran dentro de “zonas deterioradas, dentro de un ARRU”.
El proyecto de las 115 viviendas de La Candelaria es, según Martínez, "un ARRU extremo”, debido a que los inmuebles que se tenían que haber reformado “estaban en tal estado de deterioro que eran ruinas y que se debían demoler”. Por tanto, añade, “la única alternativa era la construcción de un edificio de viviendas nuevo”.