“Es nuestro deber, como ciudadanos, exigir a las administraciones públicas competentes que actúen de urgencia y que como medida cautelar frenen la demolición del silo portuario de Santa Cruz, y que se abra un debate público sobre su futuro”, exponen vecinos de Santa Cruz en su intento de paralizar la posible  demolición del edificio recogiendo firmas a través de la plataforma ciudadana change.org

Hasta el momento han recopilado más de 700 firmas en solo unos días y algunos de los firmantes han expresado su oposición a la demolición del silo con comentarios como “Es Patrimonio industrial, no hay motivo para su demolición”. 

¿Demoler o reutilizar? 

Esta es la pregunta que divide opiniones en Santa Cruz de Tenerife. Los impulsores de la petición argumentan, basándose en lo publicado en prensa, que la Autoridad Portuaria planea licitar la demolición del antiguo silo de grano del puerto, “una estructura única a nivel nacional”, con un presupuesto estimado de 1,5 millones de euros porque, según la opinión oficial, es un edificio obsoleto, sin uso posible y con deterioro en su estructura.

Pero, “¿es realmente así?, se preguntan los vecinos. Al respecto, indican que, al revisar el proyecto de demolición, no se hace mención a problemas estructurales ni a una situación de ruina que justifique su derribo. “Si el edificio está en pie y aún puede mantenerse, ¿por qué no estudiar alternativas antes de invertir dinero público en destruirlo?”, indican.

Recursos públicos

Argumentan que el debate trasciende una simple obra, ya que se está hablando de suelo público, de una inversión pública y de edificios que forman parte de nuestra memoria colectiva. 

Además, señalan que la justificación de que el silo no permite su reutilización no se sostiene del todo. Comentan que en diferentes partes del mundo, silos y naves industriales similares han sido transformados en espacios para diferentes usos.

Postura del Cabildo de Tenerife

Recientemente el Cabildo de Tenerife, a través del área de Patrimonio, ha hecho referencia al edificio del silo dejando la decisión final, de demolerlo o no, en manos de la Autoridad Portuaria.

Según ha confirmado la corporación insular, el 20 de octubre de 2025, la Dirección Insular de Planificación Territorial, Paisaje y Patrimonio Histórico envió un oficio al organismo portuario requiriendo información detallada sobre el edificio y pidiendo que se evalúe si el inmueble posee valores patrimoniales contemplados en la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español.

Jurisprudencia

El Cabildo recuerda que la competencia sobre el ámbito portuario recae en la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, tal y como ha establecido la jurisprudencia, en particular una sentencia del Tribunal Supremo del 15 de mayo de 2016 relativa a las antiguas naves carboneras de Valleseco. En ella se dictamina que es la Autoridad Portuaria es quien debe encargarse de la protección de los valores patrimoniales dentro del recinto portuario.

En cualquier caso, la corporación insular insiste en su compromiso con la protección del patrimonio cultural, histórico e industrial de la isla, y en la necesidad de cooperación entre administraciones para preservar los bienes que forman parte del legado cultural de Tenerife.

Colegio Oficial  de Arquitectos

El silo portuario está incluido en el borrador del Catálogo de Protección del Patrimonio Cultural de Santa Cruz. Al respecto se pronunció hace unos días María Nieves Febles, decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Tenerife, El Hierro y La Gomera contemplando la necesidad de “proteger este hito que forma parte del paisaje portuario marítimo de la ciudad”.

“Nos preocupa y entristece profundamente”, ha declarado Febles en alusión a la inminente demolición del silo, asegurando que se trata de “la única infraestructura de estas características que queda en pie en España”.

Red Nacional de Silos

En la España de la posguerra surgió el ambicioso Proyecto de Red Nacional de Silos y Graneros, concebido en 1944 para garantizar el almacenamiento y distribución del grano en todo el país. Esta red, que llegó a contar con 672 silos y 277 graneros, fue clave para regular el mercado agrícola durante décadas. 

Entre sus construcciones más singulares destaca el silo portuario de Santa Cruz de Tenerife, levantado en 1965: una imponente estructura de más de 30 metros de altura que, por su silueta frente al mar y su relevancia histórica, ha sido descrita como una “catedral olvidada” del paisaje urbano.