Cuando la noche se apodera de cualquier ciudad, barrio o pueblo, las calles no desaparecen y se vuelven a poner al amanecer -como dice la leyende o como pudieran pensar algunos de los que madrugan para dirigirse a sus respectivos trabajos o quehaceres-. Las calles permanecen y así lo pueden atestiguar quienes pasan la vida en ellas, sea día o noche, dependiendo de la oportunidad y la seguridad del momento.
En las calles de Santa Cruz de Tenerife, cada banco y esquina pueden convertirse en refugio improvisado para quienes lo han perdido todo. La realidad del sinhogarismo se despliega a la vista de todos, pero rara vez nos detenemos a mirar más allá de la superficie e, incluso, vemos a estas personas con la frialdad de quien ve parte del mobiliario urbano.
Dormir a la intemperie
Cada noche, decenas de personas en situación de sinhogarismo, llueva o truene, duermen a la intemperie mientras la ciudad sueña despierta. ¿Qué recursos existen realmente para quienes viven al raso? ¿Cómo están respondiendo las administraciones públicas y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG)?
Tal y como ha publicado en diferentes ocasiones Atlántico Hoy, el municipio de Santa Cruz atiende a 732 personas en situación de sinhogarismo en los diferentes recursos con los que cuenta, claramente “insuficientes”, como ha indicado el alcalde, José Manuel Bermúdez.
Respuesta ante el sinhogarismo
El Centro Municipal de Acogida (CMA), Centro de Mínima Exigencia (CME), además de pisos tutelados y plazas en pensiones, no son los únicos recursos existentes para dar cobertura a las necesidades de estas personas.
José Antonio Díez, coordinador de Estudios de Cáritas Diocesana de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, en declaraciones a Atlántico Hoy, ha hecho referencia a los medios propios con los que cuenta esta ONG para dar respuesta a las necesidades esenciales de quienes viven en la calle.
Recursos
Destaca el técnico que Cáritas cuenta en el municipio capitalino con diferentes recursos englobados en el programa de Prevención al sinhogarismo, Base 25, enfocado principalmente a familias que corren el riesgo de perder su vivienda debido a situaciones judicializadas que pueden llevar a un desahucio o por otras circunstancias.
“A nivel de intervención, y teniendo en cuenta que Santa Cruz cuenta con un servicio propio de atención, Cáritas mantiene los mismos recursos alojativos con los que cuenta desde hace décadas en el municipio: Café y calor (recurso básico para pasar la noche y solo cuenta con 25 plazas), Guajara (es un alojamiento exclusivamente para hombres, con 20 plazas), Ciprés (alojamiento para mujeres, entre 12 y 15 plazas) y Atacayte (hospedaje para mujeres con menores a cargo. 25 plazas).
Lista de espera
A parte de estos centros, la ONG es responsable, además, de otros centros de similares características en Puerto de la Cruz, Arona y La Laguna, los que atiende con medios propios y la subvención que recibe del Cabildo de Tenerife, a través del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS).
Indica el coordinador que para acceder a estos recursos existe lista de espera, “pero es algo habitual porque ninguno es de de emergencia”.
Derivaciones
Explica Díez que ninguno de los centros de Cáritas tienen una acogida inmediata, “a menos que quedaran vacíos, algo que no va a ocurrir porque hay personas esperando para entrar a alojarse en ellos”.
“A veces son nuestras propias Unidades Móviles de Atención en Calle (UMAC) las que ofrecen a personas sinhogarismo la posibilidad de vivir en estos centros, previa valoración”, comenta el coordinador, explicando cómo acceden los usuarios a los recursos de Cáritas.
Voluntariado
Por otro lado, indica que, a veces, son los servicios sociales municipales los que también hacen derivaciones y, añade, “a veces son las propias personas las que se interesan donde hay recursos de apoyo y tocan directamente en la puerta”.
Otro punto importante está conformado por la propia red de voluntarios de Cáritas, según comenta Díez, manifestando que son muchas las personas en situación de adversidad social y económica las que acuden a las parroquias a solicitar ayuda y son derivados a los centros de atención y apoyo de la ONG.
Presión sobre el sistema
El fenómeno del sinhogarismo en Santa Cruz de Tenerife pone de relieve la necesidad de reforzar la colaboración entre administraciones y organizaciones sociales. Mientras la demanda de recursos supera la oferta existente, tanto los servicios municipales como ONG como Cáritas continúan trabajando para atender a quienes viven en la calle.
El reto sigue siendo aumentar la capacidad de respuesta y agilizar los mecanismos de acceso a estos recursos, en un contexto donde la presión sobre el sistema parece lejos de resolverse a corto plazo.