Santa Cruz espera levantar la suspensión de la obra del talud en Divina Pastora las próximas semanas

La obra se aprobó en 2022, pero se han dado una serie de problemas de seguridad que han obligado a modificar el proyecto

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Talud derrumbado en la urbanización Divina Pastora, en Santa Cruz de Tenerife./ MAPS
Talud derrumbado en la urbanización Divina Pastora, en Santa Cruz de Tenerife./ MAPS

Las obras de acondicionamiento del peatonal y reparación de muro talud colindante con la urbanización Divina Pastora, en el barrio santacrucero del Perú, llevan suspendidas desde el 4 de diciembre por razones de seguridad, pero el consistorio espera poder reanudarlas en las próximas semanas, según ha explicado el Área de Infraestructuras al Grupo Municipal Socialista en un escrito que responde a una solicitud de información sobre este asunto.

En 2022, el ayuntamiento aprobó llevar a cabo la obra de acondicionamiento por 244.589 euros tras más de una década de desprendimientos en el talud, fruto de que la corporación municipal plantase en 2010 unas plantas tropicales cuyas raíces desestabilizaron el suelo. En marzo de 2023, después de que la licitación quedase desierta, el consistorio tuvo que volver a licitar la obra añadiendo 100.000 euros al presupuesto.

Aquel problema con las raíces condujo a un pleito judicial por determinar quién debía ser el responsable de la reparación del talud y la zona peatonal. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias acabó por determinar que era el Ayuntamiento de Santa Cruz quién debía ejecutar las obras, si bién la comunidad de vecinos debía costear una parte.

Modificación del proyecto

Tras comenzar las obras, el consistorio detectó diferentes incidencias, según ha explicado al PSOE el concejal de Infraestructuras, Javier Rivero, por lo que la Dirección Facultativa de las Obras estimó conveniente, a finales de 2023, plantear la inclusión de algunas "modificaciones no sustanciales". Las cuestiones que han llevado a esta modificación, que se espera que esté resuelta en las próximas semanas, han sido fundamentalmente tres.

La zona de talud sobre el que se asentaba el muro de mampostería hormigonada derrumbado ha sufrido desprendimientos posteriores a la fecha de aprobación del proyecto constructivo, por lo que "el desprendimiento es mayor al contemplado en el documento técnico".

Además, la excavación a realizar en el talud para obtener el retranqueo necesario por ese derrumbe nuevo "no resulta viable desde el punto de vista técnico" y supone "un importante riesgo para los trabajadores encargados de su ejecución".

Sumado a todo esto, el talud donde se asentaba el muro de mampostería presenta un material "altamente disgregado con muy poca cimentación", por lo que su capacidad portante es insuficiente para la reposición del muro, incluso con el bulonado proyectado.