Latas en cantidades ingentes, botellas, envoltorios de bollería industrial y hasta maletas de viaje se han convertido en la 'flora' del barranco de Tahodio. Ubicado entre Residencial Anaga y el barrio de La Alegría, en Santa Cruz de Tenerife, el aspecto que presenta a quien se asome -no sin peligro, por la poca altura del muro en el lado de Residencial Anaga- es desolador.
"Es impresentable", reconoce Berto mientras pasea a su perro justo antes de enfilar el puente que cruza el barranco. "No sé cómo la gente puede ser tan guarra", añade con algo de vergüenza mientras se alonga para comprobar la suciedad.
Basura acumulada
No obstante, la sensación del primer impacto al visualizar tamaña basura en el cauce choca con la tranquilidad, más bien de estar acostumbrado, de otros muchos vecinos que pasean en el entorno del barranco como si no hubiera nada a unos pocos metros debajo de ellos.
Es tal la acumulación de basura que es difícil calcular durante cuánto tiempo se ha ido acumulando en las lindes del barranco. Sobre todo, en el lado de la zona residencial, donde la caída desde la superficie se acerca a los diez metros.
Origen de la basura
Alejados ya en el tiempo de cuando la discoteca Daida -u otros nombres posteriores- estaba abierta y generaba botellones junto al barranco, germen de basura, algunos vecinos señalan ahora a grupos de personas diversos que se reúnen en distintos puntos a tomarse unas cervezas, refrescos y comida que acaban en el fondo del barranco.
Esto refleja un ejemplo más del gran problema social de desinterés por mantener limpias las calles y aledaños de las mismas. O lo que es peor, de ensuciarlas sin sentir ninguna consecuencia moral.
Es tal lo hilarante de la situación que hasta varias maletas de viaje se encuentran depositadas en distintos puntos del cauce. Una, incluso a un metro de la superficie y junto a una de las salidas del puente.
¿Y si llueve?
Una de las características principales de los barrancos -seguramente la que más- es la de servir de canal para llevar agua al mar, concretamente la de fuertes lluvias. Históricamente, como otros similares, por el de Tahodio ha corrido agua en innumerables ocasiones en las que el cielo de Santa Cruz ha llorado con insistencia. Cómo olvidar la fatídica ríada del 31 de marzo, donde el agua bordeó el límite superior.
Pues esta amenaza real generaría un problemas de contaminación de naturaleza aún superior si toda la basura depositada en el tiempo es arrastrada hasta la desembocadura en aguas del puerto de Santa Cruz, específicamente en la playa entre el Real Club Naútico de Tenerife y la antigua estación de Jetfoil.
Inacción
En este contexto, Fayna, trabajadora de la zona y que cruza el puente tras dejar la guagua en la avenida Jose Martí, critica, sobre todo, la “actitud e inconsciencia” de las personas que han ido causando este pequeño vertedero, pero no se olvida de la administración. “No sé cuándo fue la última vez que pudieron limpiar el barranco, pero es increíble que no hayan hecho nada a estas alturas”.