Desde primeras horas de la mañana, los operarios de limpieza de Santa Cruz acondicionan la playa de Las Teresitas. Las zonas de ducha y paseo peatonal son baldeadas a diario, así como el resto del mobiliario urbano, según nos comenta un trabajador.
Guaguas privadas de transporte de viajeros van y vienen, deteniéndose más o menos en una de las entradas centrales de acceso a la zona de playa. Las ocupantes son mujeres y se dirigen a la arena. “En cada guagua vienen entre 40 y 50, más de 450”, comenta el conductor añadiendo que en total son 11 vehículos y llegan desde todos los barrios de La Laguna. “Vienen a caminar, a disfrutar del mar y a despejarse”, señala.
Zona de autocaravanas
Por la vía peatonal de la calzada algunos corren y otros, principalmente mayores, caminan ayudados de bastón o muleta. Se nota que es temprano, otoño y un día entre semana por la gran cantidad de aparcamientos disponibles.
Hasta 58 autos de camping, entre autocaravanas y vehículos camperizados, se encuentran aparcados a lo largo de Las Teresitas: unos ocupando los lugares reservados para estacionar, teniendo en cuenta sus dimensiones, y otros en los espacios reservados para dejar los turismos en batería.
Faltan servicios
“Aquí no hay ningún servicio específico para caravanas, sobre todo en lo que se refiere a temas de aguas limpias o sucias. Este aparcamiento fue habilitado hace poco y, simplemente, es el parking y ya está”, comenta a Atlántico Hoy Rafael Cabrera, caravanista que acaba de llegar a Tenerife desde Fuerteventura.
Se queja Cabrera que la idea de viajar en caravana en esta isla resulta “decepcionante”. “Pareces un delincuente, vayas donde vayas está todo prohibido”, enfatiza, destacando que el obligarte a permanecer en un parking sin más servicios “le quita la magia a este tipo de disfrute”
No hay zonas específicas
“Yo vengo desde Fuerteventura y allí dispones de bastantes lugares en los que convivir con la naturaleza. Hay zonas habilitadas, la gente respeta y todo el mundo limpia”, explica y menciona zonas como las de El Cotillo donde existe un aparcadero exclusivo para lo que concierne al tratamiento de las aguas y para recargar los depósitos de agua potable.
Lamenta el caravanista que Tenerife no disponga de zonas habilitadas y en condiciones para este tipo de viajeros. “En Güímar había un parking cerca de la playa y lo prohibieron, al igual que en Alcalá y en La Jaca (en Arico) que solo permiten el acceso a residentes”.
Único lugar
También explica que la convivencia con la naturaleza es algo a lo que no quiere renunciar y que cada vez que su trabajo le permite disfrutar de unos días libres opta por salir con su caravana. En esta ocasión se decantó por Las Teresitas “porque es el sitio en Santa Cruz más cercano a la playa, lo que me permite despertarme y darme un baño en este lugar tan bonito”.
Detalla que su vehículo está preparado para aguantar unos días sin tener que hacer el cambio de aguas, pero se queja de la ausencia de lugares a los que acudir para vaciar las aguas sucias o grises, recargar el depósito y limpiar la caravana. “Solo existe una gasolinera en toda la isla que cuenta con este servicio y está en Taco, en la trasera de las cocheras del tranvía”.
Número limitado de aparcamientos
La playa cuenta con un número limitado para el estacionamiento de caravanas. Nos cuenta Rafael que nunca están ocupadas todas las plazas y, cuando lo están, “la gente con vehículos camperizados aparca donde puede con ”, lo que le produce cierta confusión porque no sabe si puede ser motivo de sanción o no.
Algunas caravanas comienzan a abrir sus puertas, de alguna sale olor a café. En otras, unas toallas colgadas del espejo lateral exterior indican que alguien se ha dado un baño y está cerca. Una chica sale de un vehículo camperizado y comenta que tiene prisa, que va a trabajar. No está de vacaciones.