"Son muchas las personas que están viviendo en barrancos. Nuestra asociación está colaborando con dos personas que viven en estas condiciones”, comenta a Atlántico Hoy Jesús Triana, presidente de la Asociación de Vecinos la Arboleda.
“Hacen falta más medios para atender a estas personas y, como dice el alcalde, tanto el Cabildo de Tenerife como el Gobierno de Canarias deben de dotar de más medios al Ayuntamiento para hacer frente a esta realidad”, subraya.
Sinhogarismo
En ocasiones, estas personas que se encuentran a pie de calle “no son vistas, la gente pasa por su lado como si nada”, explica Triana, comentando que cuando hay una persona en situación de sinhogarismo, “tirada en la calle, bajo los efectos de alguna adicción, nadie se inmuta, pero sí que se quejan cuando las ven pidiendo en las puertas de un supermercado o de otro comercio”.
Destaca el presidente que las personas que solo tienen por techo el cielo de Santa Cruz y que frecuentan el centro de la ciudad, sus barrios, calles y plazas, no son todas del municipio. “Están viniendo extranjeros y personas desde otros municipios a este y reconozco que cada vez se incrementa más el presupuesto de Santa Cruz para atender a los sinhogarismo, con lo que otras administraciones públicas deben implicarse en este asunto”, opina.
Cinco asociaciones
Por otro lado, cinco asociaciones de vecinos de Santa Cruz -La Arboleda , Residencial Anaga, Las Ramblas, La Ninfa-Ifara y La Muralla-, lamentan la situación que atraviesan estas personas -732 según los datos del Servicio Integral de Atención a Personas Sin Hogar (SIAPSH)-, y piden mayor atención y compromiso para ser tratadas
“Más de la mitad son españolas, y una parte se encuentra en situación administrativa irregular. De esas personas, más de la mitad proceden de otros municipios y el 30% de las personas sin hogar en Santa Cruz presentan algún tipo de patología mental”, subrayan.
Salud mental
Desde estas asociaciones vecinales insisten en lo ya comunicado por el Ayuntamiento en rueda de prensa: 222 de estas personas sufren problemas de salud mental, 174 son casos diagnosticados y 48 con indicios de padecer alguna patología de este tipo. “El Ayuntamiento ha identificado 36 casos graves, 13 de ellos en situación muy crítica”, matizan los vecinos.
Insisten las asociaciones en que la atención a estas personas está recayendo principalmente en el consistorio capitalino y supone una sobrecarga estructural. “Santa Cruz está asumiendo un volumen de sinhogarismo derivado de otros municipios, cargando con una responsabilidad y un coste que debería ser compartido por todos”.
Compromiso de otras administraciones
Desde las asociaciones de vecinos coinciden en que tanto el Cabildo de Tenerife como el Gobierno de Canarias deben comprometerse para ayudar a las personas que soportan estas condiciones de adversidad física, social y económica, demandando ayuda al municipio que les acoge.
Pero también expresan que, aunque “los vecinos de Santa Cruz sufren esta situación con pena, conscientes del drama humano que representa”, también conviven con “la frustración de ver cómo la convivencia se deteriora”.
Más recursos
Por otro lado, también advierten de la realidad que atañe a los niños que viven en estos barrios y que asisten casi diariamente a “escenas impropias de su edad” en el trayecto que recorren desde casa al colegio.
Además, critican y lamentan cierta dejación institucional en lo que corresponde a recursos y medios para tratar a quienes más sufren esta situación. “Familias enteras conviven con situaciones de riesgo que nadie gestiona. No es justo para nadie. Ni para quienes necesitan ayuda urgente y no la reciben, ni para quienes tienen derecho a vivir en una ciudad segura y digna”, manifiestan.
Reunión Diputada del común
Recientemente, el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, ha mantenido una reunión con la Diputada del Común, Lola Padrón, con el objetivo de analizar la situación del sinhogarismo en la ciudad y la elevada presión asistencial que soportan los servicios municipales.
Padrón valoró el trabajo del Ayuntamiento y se comprometió a intermediar ante otras administraciones y la Fiscalía para avanzar en medidas concretas. Propuso, además, tres líneas de actuación inmediatas: la activación de las competencias del Consejo Tutelar de Canarias; la creación de nuevos recursos para personas sin hogar en otros municipios o mancomunidades, con el objetivo de descentralizar la atención y aliviar la carga sobre la capital; y la puesta en marcha del Dispositivo ECA (Equipo Comunitario Asertivo) para casos de salud mental.