Recientemente, un grupo de vecinos del barrio santacrucero de García Escámez demandaba con urgencia la necesidad de medidas que paliaran el fuerte ruido procedente de la autopista TF-5 con el que conviven a diario y cuya solución parece llevar a la instalación de paneles sonoros, aunque la bola está en el tejado del Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife.
Sin embargo, no es la única reclamación sonora de estos vecinos, que apuntan a la tabacalera JTI como punto emisor de mucho ruido, concretamente en horas nocturnas. Queja que llegó por escrito en el mes de noviembre a la concejala del distrito, Gladys de León, que organizó una sede con afectados y un directivo de la fábrica para analizar la situación.
Documentación en regla
“Nos demostraron con la documentación que cumplen perfectamente y que, además, no abren de noche, la fábrica está cerrada y es imposible que sean ellos”, explica a Atlántico Hoy la también concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
Los vecinos afectados no solo no lo comparten, sino que alegan que no se es mostró ningún papel, pero que sí les argumentaron “que estaba todo en orden”, como señala Antonio Rodríguez a este medio de comunicación. Además, acusa de mentir al representante de la fábrica. “Hay tres turnos y están trabajando toda la noche. Nos dicen que está todo bien sin enseñarnos ningún papel y por la noche, cuando hay menos tráfico, se oye más la fábrica, que mete una escandalera del carajo”.
Ruidos nocturnos
Técnicos de Medioambiente, según relata Gladys de León, incluso llegaron a ir por la noche a la tabacalera “a medir el sonido y no detectaron nada”. Así lo reconoce uno de los integrantes del grupo de vecinos molestos con la situación, pero con claros matices. “Cuando fueron estaba todo bien, pero claro, el ruido fuerte lo hace lo hace una hora, después se para, luego otra vez… Y claro, fueron en el paso que no hacían ruido”.
Ante la insistencia de los vecinos por una circunstancia que desde el Ayuntamiento de Tenerife no acababan de poder confirmar, sino todo lo contrario, las acciones mostraban que todo estaba dentro de lo legal, la concejala decidió acercarse al barrio de Chamberí, el más próximo a la fábrica, para consultar sobre estos supuestos ruidos de la tabacalera. “Me dijeron que no escuchaban nada. Que está muy pendiente de cualquier cambio que vayan a hacer en la fábrica”, apunta la edil.
No se lo creen
A pesar de todos los indicios expuestos por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz, que van contra la argumentación del grupo de vecinos de García Escámez, éstos no aceptan la situación, recordando que antes de que llegara JTI -tabacalera japonesa instalada en 2017 y la máxima productora de tabaco en España- “no hacía tanto ruido”.
En este sentido, señala Antonio Rodríguez que no sabe "si han puesto maquinaria nueva”, pero sí sabe “que han puesto aires acondicionados nuevos en la azotea”.
Además, se mostraron críticas con una cadena de televisión que, en un principio, mostraron interés en unas entrevistas realizadas que luego no vieron la luz. “Solo pusieron a una señora abriendo una nevera en una vivienda y luego a otra señora caminando por la acera. Nos censuraron las quejas”, espeta Pilar, otra de las vecinas que pide soluciones.
Confusión con los ruidos de la TF-5
Ante la inexistencia de los ruidos aquejados por estos vecinos tras los estudios realizados por técnicos del ayuntamiento, Gladis de León considera que estos vecinos pueden estar confundiéndose por los molestos ruidos de la TF-5 y achaca al confinamiento de 2020 como probable causa de la percepción vecinal. “Con el confinamiento se percataron del ruido que había en la autopista, porque no se oía nada entonces, y cuando hubo actividad otra vez se notó la diferencia”, argumenta.
Por ello, el Ayuntamiento ha centrado los esfuerzos en solventar esta incomodidad sí confirmada por los estudios de los técnicos. “Muchos vecinos me comentaron que a las ventanas les pusieron doble cristal”, comenta De León, aunque finalmente decidieron dar voz al problema en el Pleno para trasladarlo al Gobierno de Canarias, como propietario, y al Cabildo de Tenerife, como gestor, “para la instalación de los paneles acústicos, porque, efectivamente, se hicieron mediciones y el ruido que viene de la autopista sobrepasa los niveles de ruido”, finaliza.