Así será la Zona de Bajas Emisiones de Santa Cruz de Tenerife

La concejal de Movilidad ha adelantado cómo será el control de acceso, quién podrá acogerse a moratoria y qué pasará con los colegios que queden dentro

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Plano provisional de la zona de bajas emisiones en Santa Cruz de Tenerife
Plano provisional de la zona de bajas emisiones en Santa Cruz de Tenerife

Santa Cruz de Tenerife, como el resto de municipios españoles de más de 50.000 habitantes, está obligada a implementar antes de diciembre de 2023 una Zona de Bajas Emisiones. El plazo originalmente era hasta diciembre de 2022, pero se ha prorrogado ante la imposibilidad para muchas localidades de poder cumplirlo.

En Santa Cruz de Tenerife, el proyecto costará 15 millones de euros, de los cuales hasta nueve millones podrán ser financiados con fondos de la Unión Europea -seis de ellos, de hecho, ya se han recibido-. Entre enero y febrero, la ciudad desarrollará un proyecto de definición para la Zona de Bajas Emisiones. Este costará 78.000 euros y ultimará todos los detalles de la misma.

La concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Evelyn Alonso, ha adelantado este viernes en el pleno algunos de los aspectos que guiarán este proyecto de definición.

Perímetro

El consistorio prevé que la Zona de Bajas Emisiones comprenda el perímetro delimitado por la calle Méndez Núñez, el barranco de Santos y la avenida Anaga.

Este perímetro tendrá por epicentro la ya existente Zona Urban, controlada por pilonas de acceso, y que ocupa una superficie de 2.000 metros cuadrados. La Zona de Bajas Emisiones de Santa Cruz se extenderá hasta los 800.000 metros cuadrados.

Control de acceso

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife controlará el paso de los vehículos a la zona mediante cámaras. Todo el circuito estará completamente televisado, según ha explicado Alonso, como ocurre con Madrid Central. Para la instalación de las mismas, el consistorio ha solicitado una subvención de un millón de euros a la Unión Europea.

Evelyn Alonso especifica que el tiempo de acceso al perímetro estará controlado para evitar que un vehículo entre y se quede dentro indefinidamente. Esto será posible gracias a las cámaras, que no sólo grabarán el acceso sino también la salida. Gracias a los nuevos pliegos para el contrato de mantenimiento de semáforos y cámaras, el ayuntamiento podrá contar con una sala de control y movilización de última tecnología.

Cámaras de vigilancia./ Archivo
Cámaras de vigilancia./ Archivo

Moratoria para trabajadores

Dado que muchos trabajadores -de reparto, taxistas, etc.- necesitan entrar a diario en lo que será la Zona de Bajas Emisiones y tienen vehículos antiguos, el consistorio prevé una moratoria de "dos o tres años" -está por definir- para que estas personas puedan afrontar la compra de un vehículo nuevo.

Dado que no hay actualmente ninguna subvención para la actualización de la flota de vehículos, Evelyn Alonso asegura que la moratoria tratará a estos trabajadores como si fuesen residentes durante el tiempo que dure.

Colegios y centros de salud

Algunos colegios y centros de salud caerán dentro del perímetro, por lo que se limitará el acceso a los mismos. 

El consistorio prevé la creación de lo que ha definido como "Zonas de Especial Sensibilización", que serán lugares de acceso flexible por horarios. No obstante, Alonso ha detallado que los colegios tendrán que ajustar sus horarios para que el tiempo flexible sea el justo y necesario.

Zona del puerto

Un problema para lograr los objetivos de la Zona de Bajas Emisiones es que el puerto de la ciudad, responsable de una gran cantidad de emisiones, se encuentra junto al centro de la misma.

Por ello, el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, ha indicado que la Autoridad Portuaria tendrá que coordinarse con el consistorio y realizar una inversión económica para bajar sus emisiones de CO2, como han hecho otros puertos de España como el de Valencia.