La tiktoker canaria Paula Ruíz ha compartido su experiencia al probar un producto español en Reino Unido, dejando claro que no cumplió con sus expectativas. Su reacción, espontánea y sincera, resume el desengaño de muchos canarios y españoles que viven fuera y echan de menos los sabores auténticos de casa.
“Juro solemnemente que jamás vuelvo a comprar aceitunas en Reino Unido. No he probado cosa tan mala en la vida. Pero, ¿qué voy a hacer? Me las tendré que acabar”, comenta Paula con resignación. En el vídeo, sostiene un tarro con la bandera española y añade: “De español no tiene nada, como las aceitunas en España no hay nada. Hace un montón que las compré, el tarro está lleno, soy incapaz de comérmelas”.
@justpauula Más nunca, esas aceitunas nada que ver
♬ sonido original - Paula Ruiz
El origen del olivo
La anécdota ha reavivado la conversación sobre el valor y la historia del olivo, símbolo del Mediterráneo y de la gastronomía española. Este árbol, originario del Asia Menor —una región que comprende partes de la actual Turquía, Siria y el Cáucaso—, surgió de forma natural hace millones de años y comenzó a cultivarse hace más de 6.000 años en Oriente Próximo.
Los fenicios fueron los grandes responsables de su expansión, llevándolo a Grecia, Italia y la península ibérica a través de sus rutas comerciales. Desde entonces, el olivo se convirtió en un elemento esencial en la dieta mediterránea, además de tener usos medicinales, cosméticos y religiosos.
La llegada a Canarias
En el caso del archipiélago, el olivo fue introducido en Canarias tras la conquista, según indica la web divulgativa Arbolapp Canarias. Desde entonces, se ha adaptado con éxito al clima de las islas, apareciendo incluso de forma silvestre en algunas zonas.
Hoy, el cultivo del olivo se ha consolidado como una actividad agrícola relevante en el archipiélago. Existen miles de hectáreas dedicadas a la producción de aceite y aceitunas, especialmente en municipios como San Bartolomé de Tirajana, Santa Lucía o Granadilla, donde el clima seco y templado favorece su crecimiento.
Aceitunas con identidad propia
La producción local no solo destaca por su calidad, sino también por su carácter sostenible y su vinculación con la identidad cultural del archipiélago. Las aceitunas y aceites canarios han ido ganando reconocimiento por su sabor intenso y su procedencia de variedades adaptadas al terreno volcánico.
El sector ha vivido un aumento en la calidad y la cantidad de producción, con el apoyo de proyectos de innovación agrícola y la apuesta por la denominación de origen. Todo ello convierte al aceite de oliva canario en un producto que representa la unión entre tradición, sostenibilidad y sabor.
El sabor de lo auténtico
Por eso, cuando Paula Ruíz afirma que “como las aceitunas en España no hay nada”, muchos entienden perfectamente su reacción.
Más allá de una simple crítica gastronómica, su experiencia refleja esa nostalgia compartida por quienes viven lejos de su tierra, y que descubren que ni siquiera una etiqueta con la bandera española puede reproducir el sabor de lo auténtico.
