Pájara, Fuerteventura / TURISMO DE FUERTEVENTURA
Pájara, Fuerteventura / TURISMO DE FUERTEVENTURA

Canarias, cada vez más parecido al Sahara: la única zona hiperárida de España está en las Islas

El Archipiélago es una de las regiones con mayor riesgo potencial de desertificación, con el 90% de sus zonas registradas como áridas, según el Atlas de Desertificación de España

ariadna

El nuevo Atlas de la Desertificación de España, elaborado por más de 70 investigadores del CSIC y varias universidades, confirma que el Archipiélago es el territorio más árido del país y el único que ya presenta una zona hiperárida, una categoría climática comparable a la de regiones cercanas al Sáhara.

El informe, actualizado con datos hasta 2020, coloca a las Islas entre las regiones con mayor riesgo potencial de desertificación de España. Y lo hace con cifras que hablan por sí solas: casi la mitad de la superficie canaria es árida, y el 90 % de todos los territorios áridos de España se concentran en el Archipiélago. Mientras en la Península un tercio del suelo se clasifica como “no árido”, en Canarias esa franja apenas llega al 5%.

Fuerteventura, punto crítico 

El caso más extremo lo representa Fuerteventura. El Atlas detecta 199 km² en condiciones hiperáridas, con un índice de aridez tan bajo que no se había registrado antes en España. Los autores lo vinculan directamente al calentamiento del clima y a la posición geográfica del Archipiélago, expuesto a masas de aire muy secas y a la influencia del polvo africano.

Lanzarote presenta un escenario similar —suelos volcánicos muy frágiles, aridez estructural y fuerte exposición a calimas— aunque sin llegar al umbral hiperárido.

Imagen de la montaña de Tindaya, en Fuerteventura / HOLA ISLAS CANARIAS
Imagen de la montaña de Tindaya, en Fuerteventura / HOLA ISLAS CANARIAS

Riesgos en las Islas

El caso de Tenerife y Gran Canaria es parecido. Las zonas más secas se concentran en el sur y sureste. La presión urbana y turística y la sobreexplotación de los recursos hídricos elevan la vulnerabilidad.

En La Palma, la altitud y la humedad general actúan como freno, aunque el sur y el oeste ya muestran signos de aridez creciente. La Gomera y El Hierro son, por ahora, las islas con menor riesgo: los alisios, la humedad y el relieve funcionan como barrera natural, aunque aparecen focos puntuales de aridez en las zonas bajas.

Por qué Canarias es tan vulnerable

Los investigadores señalan una combinación de factores que explican esta singularidad, como la naturaleza volcánica de los suelos, muy sensibles a la erosión; la escasez de lluvias en las vertientes que no reciben los alisios, y una evaporación muy intensa en zonas de altas temperaturas.

A ello se suma un factor humano clave: la explotación intensiva de acuíferos, especialmente en áreas agrícolas volcánicas. Si esos cultivos se abandonan de forma brusca, el riesgo de degradación del suelo aumenta alertan los autores. Algunos paisajes de regadío, advierten, generan una “falsa imagen de humedad” en ecosistemas que, en realidad, son extremadamente frágiles.

Imagen de la calima en Canarias / EFE
Imagen de la calima en Canarias / EFE

Supercalimas

El Atlas dedica un capítulo específico a las supercalimas registradas entre 2020 y 2022, episodios que golpearon especialmente a Gran Canaria. Los niveles de partículas PM10 alcanzaron valores nunca vistos en España desde que hay registros.

Más allá de la pérdida de visibilidad o de la arena en suspensión, estos eventos tienen impactos graves: algunos estudios citados indican que pueden multiplicar por seis el riesgo de muerte cardiovascular en los episodios más agresivos.

El polvo sahariano también afecta a los ecosistemas, ya que empobrece los suelos, reduce la fotosíntesis y altera incluso la productividad del océano.

Desertificación

El informe concluye que Canarias es uno de los territorios más expuestos a la desertificación en España, tanto por su clima como por factores socioeconómicos, desde la presión hídrica, abandono rural, intensificación agrícola hasta la dependencia de acuíferos.

En los mapas de probabilidad, el Archipiélago presenta áreas que superan los umbrales del 50 %, 70 % y 90% de riesgo de desertificación, situándolo en niveles altos dentro del contexto nacional.

Los autores recuerdan que la desertificación no es una sequía pasajera, sino un proceso estructural y, en muchos casos, irreversible a escala humana. Y avisan que si coincide con periodos prolongados de falta de lluvias, puede acelerarse.

Qué hacer

El documento señala varias prioridades en las que destacan reforzar la planificación del agua, proteger los acuíferos, mejorar el seguimiento de los suelos volcánicos y preparar sistemas de alerta sanitaria para episodios extremos de polvo.

Con estos indicadores, Canarias se convierte —según el Atlas— en un “laboratorio natural” donde ya se observan los impactos que sufrirán otras regiones áridas del planeta en las próximas décadas.