La consejera Esther Monzón anunció que Sanidad estudia ampliar el cribado de cáncer de mama desde los 45 hasta los 74 años, una medida condicionada a su seguridad y aval científico. El objetivo es reforzar la prevención sin aumentar riesgos para las pacientes.
En 2024 se realizaron 109.000 mamografías en el Archipiélago, de las que 3.400 fueron derivadas a hospitales y detectaron 596 casos de cáncer de mama. Monzón defendió que las mujeres canarias pueden estar “tranquilas” ante la eficacia del programa público.
Análisis de efectividad clínica
La decisión dependerá de un análisis de efectividad clínica y económica que el Ministerio de Sanidad prevé presentar antes de fin de año. Europa advierte de que extender la edad puede reducir la mortalidad, pero también elevar el riesgo de sobrediagnóstico.
La consejera recordó que cualquier mujer puede acudir a su centro de salud ante sospechas, independientemente de su edad, y destacó que Canarias dispone de 11 unidades fijas y una móvil de diagnósticos. La cobertura actual del programa alcanza al 100% de las mujeres entre 50 y 69 años.
Protocolo
El diputado Jacob Qadri (PP) denunció desigualdad en las listas de espera para pacientes palmeros con cáncer de próstata, quienes, según afirmó, deben esperar hasta cuatro meses más para entrar en cirugía robótica. Criticó que esta diferencia se debe a un problema de protocolo y no de recursos.
Monzón negó esa situación y aseguró que los pacientes derivados desde La Palma son incluidos sin demora en las listas quirúrgicas del Hospital Universitario de Canarias. Afirmó que la atención se rige por criterios clínicos, con una equidad asistencial “garantizada”.
Según la consejera, los pacientes con cáncer en Canarias no deben esperar más de 30 días para ser operados, aunque reconoció que podrían existir casos puntuales que se revisarán individualmente para evitar retrasos injustificados.
Mal uso de antibióticos
La diputada Melodie Mendoza (ASG) pidió medidas frente al aumento de resistencias bacterianas derivadas del uso inapropiado de antibióticos, también en el ámbito veterinario, un problema que afecta a la salud pública global.
Monzón afirmó que Canarias coordina acciones para asegurar un uso racional de estos medicamentos, cuya prescripción se ha reducido un 13,5 % a nivel general. Los centros sanitarios ya desarrollan certificaciones y seguimiento de consumo.
El Servicio Canario de la Salud apuesta por restringir los antibióticos de amplio espectro y priorizar los de espectro reducido. Además, incorporará algoritmos que vinculen el diagnóstico con la prescripción para evitar tratamientos innecesarios.
