Canarias lidera unas jornadas sobre la necesidad de proteger a los menores migrantes

Durante las jornadas, dos jóvenes que se vieron obligados a huir de sus países de origen, Senegal y Camerún, contaron sus experiencias en primera persona

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Jornadas sobre la protección de los menores migrantes
Jornadas sobre la protección de los menores migrantes

Casa África y la Fundación MAPFRE Canarias acogieron los días 25 y 26 de octubre un encuentro internacional para abordar uno de los desafíos más apremiantes: la protección de niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados frente a todas las formas de violencia. 

Bajo el título 'Gestión de la migración en origen y destino. Desarrollo de un entorno protector y libre de violencia para niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados', el evento ha reunido a expertos internacionales de reconocido prestigio como Patricia Bárcena García, adjunta segunda del Defensor del Pueblo, Serigne Mor Mbaye, profesor y psicólogo clínico experto internacional en migración y los derechos de la infancia y las mujeres africanas; Patrick Kabou, doctor en Derecho Internacional especializado en el fenómeno del terrorismo; Abián Montesdeoca Melián, pediatra de Atención Primaria del Servicio Canario de la Salud; y Carlos Fungairiño Martín, coordinador de talleres de prevención en el ámbito Infantil y juvenil CLAVE-A.

Experiencias peligrosas

"Más de un millar de personas de toda la comunidad internacional han tenido la oportunidad de participar en directo o en streaming en estos dos días de jornada en la que se abordaron los retos a los que se enfrentan menores migrantes sin medios para acceder a una migración regular", explica la organización en un comunicado. "Un viaje que en muchas ocasiones puede ser una experiencia tremendamente peligrosa, al tener que atravesar zonas en las que se ven expuestos a traficantes de personas, delincuentes, múltiples peligros y violencia". El contexto en el que se encuentran, marcado por la incertidumbre y la inestabilidad política y social, las luchas por el poder, las divisiones étnicas y religiosas, las violaciones de los derechos humanos y el clima de violencia e inseguridad, obligan a las familias a forzar a los menores de edad a abandonar sus hogares en busca de protección y refugio, aumentando su vulnerabilidad frente a la explotación sexual, el abuso y la trata de personas.

Durante las jornadas, dos jóvenes que se vieron obligados a huir de sus países de origen, Senegal y Camerún, contaron sus experiencias en primera persona.  “La pobreza extrema, las condiciones de vida precarias, la falta de acceso a alimentos y agua potable fueron factores determinantes para que nuestras familias nos obligara a abandonar nuestros hogares y país de origen en busca de una vida mejor. Una dolorosa decisión a la que nos vimos obligados, dejarlo todo atrás en busca de seguridad y esperanza en tierras desconocidas sin nuestras familias”. 

Consecuencias

Miles de niños y niñas se ven forzados a emprender desplazamientos que ponen en riesgo su vida y su bienestar. Son los más vulnerables. La realidad es desoladora. "Se ven privados de una infancia normal ya que pasan una gran parte de su vida viviendo una situación de desplazamiento, truncado su inocencia y derechos fundamentales durante su huida", apunta. La falta de oportunidades para jugar y desarrollarse adecuadamente tiene consecuencias duraderas en su desarrollo físico, emocional y cognitivo

Las jornadas han hecho patente la voluntad de los países de destino para encontrar y articular soluciones efectivas y sostenibles que puedan proporcionarles un entorno seguro y garantizar su bienestar a largo plazo. Un objetivo global en el que se hace necesaria la colaboración internacional para lograr que los niños, niñas y adolescentes migrantes tengan las mismas oportunidades y derechos que cualquier otro menor en el mundo.