El Gobierno de Canarias ha planteado al Ministerio de Transportes que el archipiélago sea el territorio piloto del futuro bono de transporte único estatal. El anuncio lo hizo este martes el consejero de Obras Públicas, Pablo Rodríguez, durante una comparecencia en el Parlamento regional. La propuesta surge en paralelo al plan del Ejecutivo central de poner en marcha, a partir de 2026, un billete con tarifa plana mensual para todo el país.
Rodríguez explicó que el Ministerio “no ha visto con malos ojos” la posibilidad de testar el modelo en Canarias, aprovechando que el archipiélago ya ha avanzado en este camino. “Canarias, que está en un trabajo avanzado, puede ser la prueba piloto”, indicó.
Un solo bono insular
El consejero recordó que ya en su anterior etapa al frente del área se impulsó el Bono Residente Canario, al que más tarde se sumaron la bonificación del 50 % y, posteriormente, la gratuidad total para ciertos perfiles. Estas medidas han contribuido a disparar el uso del transporte público en las islas. Sin embargo, subrayó que desde 2018 ya se planteaba que lo ideal no era tener siete bonos residentes, sino un único sistema común.
El problema, explicó, es que “cada sistema insular lo gestionan los cabildos”, lo que implica una diversidad de plataformas, tecnologías y modelos tarifarios. Por eso, el Gobierno autonómico ha encargado al Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) un estudio para analizar cómo crear un sistema compatible entre los siete modelos existentes.
En medio de ese trabajo técnico, surgió el anuncio del Ministerio de crear un bono único nacional. A partir de ahí, Canarias ha planteado formalmente su disposición a acoger la prueba piloto estatal, aprovechando tanto el contexto insular como el trabajo previo ya en marcha.
Ventajas para el usuario
Un título común permitiría que un residente de Lanzarote pudiera usar el mismo bono para moverse en Tenerife o La Palma, sin necesidad de adquirir una tarjeta distinta. Esto facilitaría la movilidad interinsular tanto para los residentes como para estudiantes, trabajadores desplazados o visitantes.
Desde el Parlamento, el diputado socialista Marcos Bergaz valoró el enfoque del Gobierno, aunque advirtió de la necesidad de resolver cuestiones clave como la interoperabilidad técnica, la compensación entre operadores y el modelo de gestión económica del futuro bono común.
El bono estatal, en camino
La propuesta canaria se alinea con la hoja de ruta anunciada por el ministro Óscar Puente, que ha situado entre sus objetivos crear un abono nacional con tarifa plana mensual. Inspirado en modelos como el de Alemania, este bono permitiría viajar por cualquier red pública del Estado con un solo título, aunque se emitiría desde cada comunidad autónoma.
La medida busca mantener el impulso al transporte público tras el fin previsto de los abonos gratuitos aplicados durante la pandemia. También simplificaría el uso de los servicios, evitando al usuario tener que familiarizarse con diferentes sistemas según la comunidad o ciudad a la que viaje.
Desafíos a resolver
Tanto a nivel estatal como en Canarias, la integración presenta retos importantes. La gestión del transporte público está repartida entre el Estado, las comunidades y los ayuntamientos, y en el caso del archipiélago, entre siete cabildos. Eso obliga a establecer plataformas tecnológicas comunes, acuerdos de financiación compartida y mecanismos de control coordinado.
Rodríguez afirmó que el trabajo encargado al ITC busca precisamente identificar esas compatibilidades y diseñar una estructura que respete la autonomía insular pero facilite la cohesión del sistema. Si Canarias logra crear un modelo viable, podría exportarse al conjunto del Estado como formato base del bono único nacional.
Movilidad integrada
El Gobierno de Canarias confía en que esta experiencia sirva para reforzar tanto su propia integración interna, como su papel en el rediseño de la movilidad estatal. El bono único, insular o nacional, supondría un paso hacia un sistema más sencillo, eficiente y accesible.
Por ahora, no se han definido los plazos ni los requisitos técnicos del piloto, pero la predisposición del Ministerio y el trabajo avanzado en el archipiélago colocan a Canarias en una posición preferente para liderar esta transformación.