El Gobierno de Canarias está impulsando la reforma de la Ley del Voluntariado de 1998, con el objetivo de adaptarla a los cambios sociales y dar cabida a nuevas formas de participación en situaciones de emergencia.
Este tema fue uno de los puntos clave abordados durante la Comisión Intersectorial de Voluntariado celebrada esta semana, según explicó el viceconsejero de Bienestar Social, Francisco Candil.
Revisión y actualización
Candil subrayó que los recientes acontecimientos en Canarias, como la erupción volcánica en La Palma y la pandemia sanitaria, han puesto de manifiesto la necesidad de facilitar la participación de personas que, de forma individual, desean colaborar de manera voluntaria en emergencias. "Es fundamental reformar la actual ley para dar espacio a estos voluntarios individuales, que actúan desde su ámbito personal o profesional para ofrecer su apoyo en momentos críticos", explicó el viceconsejero.
El Gobierno regional está trabajando en la revisión y actualización de esta ley para incorporar las nuevas formas de voluntariado, que incluyen el uso de redes de apoyo, solidaridad y tecnologías que han surgido en los últimos años. La capacidad de la ciudadanía para organizarse y actuar en momentos de crisis, como quedó demostrado durante el volcán de La Palma, ha sido una lección clave para este proceso de modernización.
"Las situaciones dramáticas generadas por la pandemia y el volcán han resaltado la solidaridad y resiliencia de la sociedad canaria, especialmente a través de nuevas redes de colaboración que han emergido en el entorno digital", añadió Candil. La reforma de la ley busca reflejar esta realidad, permitiendo que tanto colectivos como individuos puedan participar activamente en la respuesta a emergencias, adaptándose a los retos y oportunidades del siglo XXI.