La pandemia de COVID-19 hizo reflexionar y sentó un precedente en el mundo laboral: el teletrabajo puede ser una opción factible para conciliar mejor. Muchos empleados han decidido solicitarlo para combinar mejor su vida personal con las tareas de la oficina, pero algunos se han llevado un revés cuando el asunto ha llegado a los tribunales. Se trata de un problema que, al parecer, no existe en Canarias.
El cuidado de los hijos suele ser la principal razón para pedir quedarse en casa durante las ocho horas de jornada. Lo normal es que quien lo necesite se agarre al artículo 34.8 del Estatuto de los Trabajadores, donde se recoge que hasta que los menores cumplan 12 años pueden requerirlo. En caso de que supere esa edad no debería haber problema tampoco si se argumenta que precisan de cuidados.
Otras comunidades
No fue lo que ocurrió, por ejemplo, con una madre soltera de Castilla y León, con una niña de seis años, en junio del año pasado. El Tribunal Superior de Justicia de su comunidad lo rechazó, como informó en su momento el periódico Confilegal, porque un cliente de la compañía demandaba presencialidad.
Ni siquiera los 15 años que llevaba en la empresa como teleoperadora fueron suficientes para aceptarle el teletrabajo. Tras salir a la luz otros casos en Madrid, Castilla-La Mancha o Andalucía, Atlántico Hoy quiso conocer si en el Archipiélago existe la misma tendencia en las salas de vistas.
Llegar a acuerdos
Desde la Unión General de Trabajadores (UGT) aseguran que no está sucediendo algo similar en las Islas porque, o bien las compañías permiten el teletrabajo si se solicita, o se alcanza un pacto amistoso entre las partes minutos antes del juicio.
“En Canarias yo no conozco ninguna [empresa] que lo haya rechazado y cuando lo hemos pedido al final se ha llegado a un acuerdo antes de entrar a la sala”, indican fuentes de los servicios jurídicos del sindicato.
Más ejemplos
Sin duda la realidad en territorio peninsular es muy distinta. Otro litigio desarrollado en Castilla-La Mancha en julio de 2024, un trabajador pidió teletrabajar cuatro días a la semana porque tenía dos hijos pequeños y vivía a 77 kilómetros de la oficina, como informó El Economista.
El juez rechazó sus intenciones porque “las circunstancias que acaecieron durante la pandemia no pueden ser trasladables a las que se han producido después de dicha situación, que tuvieron lugar en una condiciones excepcionales no asimilables”.
"Es factible"
Volviendo a cómo lo vive el Archipiélago, los servicios jurídicos de UGT aclaran que en las Islas es más sencillo porque “la empresa [donde se han dado los casos], por su tipología, lo permite y es factible realizarlo”.
Al parecer, en Canarias ocurre con la enseñanza no reglada. “Sobre todo profesores y algún comercial que vende los cursos online”, afirman desde el sindicato.
Madrid
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, según también El Economista, denegó el 18 de septiembre del año pasado la petición de una trabajadora que quería seguir teletrabajando el 100% de la jornada tras la pandemia. Merece la pena resaltar que la empresa había negociado un sistema híbrido del 50% con los empleados.
Algo similar sucedió con el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía el 31 de octubre de 2024, órgano que rechazó la petición de una trabajadora de pasar el 80% de su jornada en casa para conciliar.
